Page 31 - Anónimo. - Leabhar Ghabhala - Libro de las invasiones [1988]
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tes.  Esta obra nos permite  conocer muchos  datos  tanto
      físicos como humanos de su época y anteriores, al reco­
      ger información  de investigadores  anteriores  como  es  el
      caso de Polibio, nacido en el siglo  III a. de C., y de quien
      toma datos importantes.  Al referirse a los habitantes de
      Iberia, nos dice lo siguiente:

             «En  efecto  afirmo,  a partir  de  la opinión  de los  anti­
           guos  griegos, que,  así como los pueblos que habitan ha­
           cia el septentrión eran conocidos con el nombre de esci­
           tas o nómadas, según los califica Homero, de igual modo
            ue los pueblos  que se  conocieron en Occidente fueron
           9 amados después celtas, iberos o, con nombre mixto, cel­
           tíberos y celtoescitas»  16.

        Estrabón nos habla, como podemos ver, de iberos, cel­
      tas y celtoescitas.  Como  griego,  era conocedor del paso
      de las corrientes emigratorias que desde Asia invadían las
      costas del Mediterráneo, y nos menciona a los escitas del
      septentrión, presumiblemente de los llegados  de las  ori­
      llas  del mar Negro,  y también nos habla de los celtoes­
      citas en España, posiblemente pensando en esta corriente
      migratoria que desde el mar Caspio llegaría hasta la mis­
      ma Iberia.
        El Leabhar Ghabhala nos relata la llegada de Partho-
      lon y los  suyos  a Irlanda, y también  Geoffrey of Mon-
      moúth  nos  indica  este  acontecimiento  en  su  obra,  así
      como  también,  según  ya  hemos  visto,  otros  aconteci­
      mientos  de  estos  enigmáticos  invasores  procedentes  de
      Escitia:
             «... cuando Gurguit Barbtruc volvía a su casa bordean­
           do  las  islas  Orkney después  de  su  victoria,  se  encontró
           con treinta barcos repletos  de hombres y mujeres.  Su lí­
           der, cuyo nombre era Partholon, se acercó a Gurguit, le
           ofreció obediencia y le pidió perdón y paz. Después Part-
           holón  explicó  cómo  había  sido  expulsado  de  ciertas  re­

        16  Estrabón I, 2, 27.

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