Page 53 - Manual taller_Desarrollo personal
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1.5. FASES EN LA RESOLUCIÓN DE UN CONFLICTO
1.5.1.DIAGNÓSTICO
Ante un conflicto, el/la líder tiene la responsabilidad de gestionarlo
adecuadamente, para ello, debe detectar la existencia de conflicto,
valiéndose de la interpretación de los signos que en el día a día se dan en su
entorno. Lo habitual es que los componentes del equipo no recurran al/a la
líder para resolver los conflictos.
Es por esta causa por la que el/la líder debe interpretar lo que está
pasando, a partir de la lectura de los comportamientos observables. En este
sentido el/la líder tiene que desarrollar un cierto sentido de observación, una
buena capacidad de interpretación y un agudo instinto de sospecha.
Hay situaciones de conflicto previsibles que conviene no descuidar ya que
un/a buen/a líder debe ser desconfiado/a, y perseverante en las
comprobaciones. Algunas de las preguntas claves que debe continuamente
hacerse un/a líder con el fin de detectar la existencia de conflicto son:
¿Cuál es el alcance del conflicto? Necesitamos saber a quién afecta el
conflicto, no sólo en cuanto a las personas, sino también en cuanto a los
procesos y desarrollos a los que compromete. La complejidad de su gestión
aumentará si las personas o los procesos afectados son claves dentro de la
organización.
¿Cuál es su intensidad? Los sentimientos que desata el conflicto nos
indicarán su intensidad. No es lo mismo gestionar conflictos que afecten a
cuestiones vitales (religiosas, políticas, morales) que gestionar una
divergencia sobre cuestiones secundarias. A medida que las emociones son
más dañadas mayor será la virulencia del conflicto.
Visibilidad. Hay conflictos visibles y otros invisibles. Estos últimos tardan
más en mostrarse y en hacerse conscientes. En general, es más difícil
resolver los más ocultos, aunque los visibles tienen la desventaja de que al
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