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Vocación y ética 65

ñor ganancia eliminará a los hombres
de la vocación espúrea. Pero el médico
de la vocación verdadera se sentirá
más dentro de ella y no echará de me­
nos el lujo y la vana consideración so­
cial. Lo demuestran a diario aquellos
médicos que pueden optar por cual­
quiera de los dos caminos: médicos de
gran reputación, que sacrifican con
gusto la práctica remuneratoria por la
atención desinteresada, durante la ma­
yor parte del día, a los enfermos del
Hospital o a las improductivas tareas
de la investigación. Yo conozco, como
todos, a muchos; y yo mismo, ¿por qué
no?, me incluyo en su categoría.
El investigador puro suele vanaglo­
riarse de su espíritu de sacrificio y aun
despreciar al médico práctico; pero
siempre habría, para concederle todo

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