Page 26 - Loor de Nuestra Señora
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Tres ciudades al hilo, tres fuertes que serán,
- Londres, Cañete, Córdoba - fundó en el Tucumán.
Con sólo sesenta hombres anduvo en tal afán.
Esto es lo que se llama ser todo un capitán.
Porque si bien se mira (y yo lo miro así)
No era hecho regalado ni cosa baladí
Largarse en esos tiempos por estos valles y
Meterse con el quilmes y con el calchaquí.
Repárese que entonces - palabra de cronista -
Todo era tierra ignota, fragosa e imprevista.
Ello para más honra del hombre de conquista
Y para mayor gloria del buen evangelista.
Y ampliando la azarosa noción de la aventura:
La sed, la puna, el hambre, las noches sin mensura,
La soledad poblada de fiebres y amargura,
Las marchas infinitas y la traición segura.
Todo esto está en la empresa de aquel conquistador
- Guerrero de alto temple, sutil observador -
Que a fuerza de agudeza, de audacia y de valor,
Fundó las tres ciudades ya dichas en su honor.
Londres, en Catamarca, es de ellas la primera:
Ciudad errante y trágica como ninguna fuera.
Los indios no le daban tregua ni cabecera
Y anduvo en cinco puntos mudando enderecera.
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