Page 33 - Loor de Nuestra Señora
P. 33
Tengo por bien sabido lo mucho que he perdido
En el afán nocturno del verso descreído;
Tengo por muy seguro que anduve oscurecido
Gastando malamente lo buenamente habido.
Pero hoy que el pensamiento volvemos a lo llano
Y amamos la palabra de modo más humano,
Quiero dejar que cante mi corazón cristiano
Con emoción de niño y acento de paisano.
A vos, pues, oh maestro de Berceo nombrado,
Acudo como hermano menor desaplicado;
Pues siguiendo tus pasos también heme encontrado
Del Amor Verdadero por fin enamorado.
A vos, noble poeta-jardinero que un día,
Cultivando esas puras rosas de poesía,
Descubriste en tu huerto (Mester de Clerecía)
Que la rosa más pura llamábase MARÍA.
A vos mi voz acude porque fuiste el primero
En orar con el júbilo musical del trovero;
A vos porque, rimando la oración del romero,
De lo bello mostrabas mejor lo verdadero.
Que tu estrofa, maestro cantor y peregrino,
Acompase mi aliento de plegaria y de trino.
Que tu verso me sirva de huella en el camino
Hacia el Yantar Sagrado y el Cáliz de Buen Vino.
33 33