Page 34 - Loor de Nuestra Señora
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Que tu música, agreste rector de la alabanza,
Convierta en oración mi canción de labranza.
Que tu alabanza, oh claro pastor de melodías,
Mis pastoriles rezos convierta en poesías.
Pues vengo yo también a ofrendar mis loores
A quien por su pureza fue elegida entre flores;
Por su bondad llamada Amor de los Amores;
Por su piedad nombrada Dolor de los Dolores.
II
Donde el que alaba apela a tres Virtudes
de la Madre de Dios
A la memoria del Padre Julio Molas Terán
Muy pequeña es mi voz, muy alto es el lugar
De Aquella a quien mi voz bien quisiera llegar;
Válgame, pues, sus propias virtudes para dar
Tamaño a mi esperanza de poderla alcanzar.
Válgame su pureza, para alabar en ella
La gracia del rocío sobre la flor más bella:
El lirio con su límpida tersura de doncella,
El jazmín, que en la tarde tiene algo de la estrella.
Válgame su ternura, para, en ella, alabar
La lumbre que en invierno dulcifica el hogar,
La maternal caricia y aquella voz sin par
Que la canción de cuna logró santificar.
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