Page 35 - Loor de Nuestra Señora
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Válgame su piedad - pues nadie sufrió tanto -
                        Para alabar en ella las virtudes del llanto:

                        Fuego que templa, bálsamo que redime el quebranto,
                        Agua lustral que nutre las raíces del canto.


                        Válgame su pureza, su bondad, su pasión,
                        Para dar a estos versos su justa condición;

                        Para que estas palabras hallen la inspiración
                        De la Misma que invocan desde mi corazón:


                        Nombro a la Pura Niña, sin pecado engendrada;
                        Nombro a la Esposa Casta, intactamente amada;

                        Nombro a la Madre Virgen, de concepción sagrada;
                        Nombro a la Vencedora de la serpiente alada.


                        Nombro a Santa María, madre de todo hogar;
                        Reina de todo reino, puerto de todo mar;

                        La misma que Gloriosa gustaban de llamar
                        Los que, antaño, guardaban sentido en el hablar.


                        La misma que, de un pueblo de pastores venida,
                        Sin mancha de pecado original nacida,

                        Fue entre sus hermanas la Única, elegida
                        Para traer al manso Cordero de la Vida.


                        La misma que, sabiéndose Madre del Redentor,
                        Por voluntad del Padre - que es Dios Nuestro Señor -

                        Y por amor del Hijo - que es el Supremo Amor -
                        Se aviene a ser la Madre de todo pecador.










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