Page 373 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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viva, que representan los cuatro Evangelios. La sangre del cordero es la vida solar que

  se vierte sobre el mundo a través del signo de Aries.
       La cabra es tanto un símbolo fálico como un emblema de valor o aspiración, por

  la  firmeza  de  sus  patas  y  por  su  habilidad  para  escalar  los  picos  más  altos  Para  el

  alquimista,  la  cabeza  de  la  cabra  era  el  símbolo  del  azufre.  La  costumbre  de  los

  antiguos judíos de elegir un chivo expiatorio sobre el cual acumulaban los pecados del
  mundo no es más que una representación alegórica del Hombre Solar, que es el chivo

  expiatorio  del  mundo  y  sobre  el  cual  se  proyectan  los  pecados  de  las  doce  casas

  (tribus)  del  universo  celestial.  La  Verdad  es  el  cordero  divino,  adorado  en  todo  el

  mundo pagano y que muere por los pecados del mundo, y desde el principio de los
  tiempos  los  dioses  salvadores  de  todas  las  religiones  han  sido  personificaciones  de

  esta Verdad. El vellocino de oro que buscaban Jasón y sus argonautas es el cordero

  celestial:  el  sol  espiritual  e  intelectual.  La  doctrina  secreta  también  se  representa
  mediante el vellocino de oro, la lana de la vida divina, los rayos del sol de la Verdad.

  Según  Suidas,  en  realidad  el  vellocino  de  oro  era  un  libro,  escrito  sobre  piel,  que

  contenía  las  fórmulas  para  producir  oro  por  medios  químicos.  Los  Misterios  eran
  instituciones elegidas para transmutar la ignorancia básica en iluminación preciosa. El

  dragón  de  la  ignorancia  era  la  criatura  sobrecogedora  que  tenía  que  custodiar  el

  vellocino de oro y representa la oscuridad del año viejo que lucha contra el sol en el

  momento de su paso equinoccial.
       Los ciervos eran sagrados en los Misterios báquicos de los griegos y las bacantes a

  menudo se vestían con pieles de cervato. Los ciervos se asociaban con el culto a la

  diosa luna y las orgías báquicas se solían celebrar por la noche. Por su gracia y su

  velocidad, este animal fue aceptado como símbolo adecuado del desenfreno estético.
  Los  ciervos  eran  objeto  de  veneración  en  muchos  países.  En  Japón  se  siguen

  manteniendo rebaños de ciervos en relación con los templos.

       El lobo se suele asociar con el principio del mal, por la discordancia lastimera de
  su aullido y por su salvajismo. En la mitología escandinava, el lobo Fenris era uno de

  los hijos de Loki, el dios infernal de los fuegos Con el templo de Asgard en llamas a

  su alrededor, los dioses al mando de Odín libraron su última gran batalla contra las

  fuerzas caóticas del mal. Con las mandíbulas llenas de espuma, el lobo Fenris devoró
  a Odín, el padre de los dioses, con lo cual destruyó el universo odínico. En este caso,

  el  lobo  Fenris  representa  los  poderes  salvajes  de  la  naturaleza  que  derrocaron  a  la

  creación primitiva.

       El unicornio o monoceronte era una creación de lo más curiosa de los antiguos
  iniciados. Thomas Boreman lo presenta como «un animal que, a pesar de que muchos
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