Page 612 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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En un manuscrito primitivo inédito, un filósofo anónimo declara que la alquimia, el
cabalismo, la astrología y la magia habían sido en un principio ciencias divinas, pero
que se habían pervertido hasta convertirse en doctrinas falsas, que alejaban aún más
de su objetivo a los que buscaban la sabiduría. El mismo autor proporciona una clave
valiosa del rosacrucismo esotérico al dividir el camino de la realización espiritual en
tres pasos, o escuelas, que él denomina «montañas». La primera y más baja de
aquellas montañas es el monte Sofía; la segunda, el monte Cábala, y la tercera, el
monte Magia. Las tres montañas son etapas sucesivas de crecimiento espiritual. A
continuación, el autor anónimo afirma lo siguiente:
Por filosofía se ha de entender el conocimiento del funcionamiento de la
naturaleza, mediante el cual el hombre aprende a escalar las montañas más
altas, por encima de las limitaciones de los sentidos. Entiéndase por cabalismo
el lenguaje de los seres angelicales o celestiales y quien lo domine podrá
conversar con los mensajeros de Dios. En la montaña más alta está la Escuela
de Magia (la Magia Divina, que es el lenguaje de Dios), en la cual el propio
Dios enseña al hombre la verdadera naturaleza de todas las cosas
Cada vez existe un mayor convencimiento de que, si se divulgara, la verdadera
naturaleza del rosacrucismo provocaría, como mínimo, consternación. Los símbolos
rosacruces tienen muchos significados, pero el sentido rosacruz no se ha revelado
aún. El monte sobre el cual se alza la Casa de la Rosa Cruz sigue oculto por las nubes
en las que la Hermandad se esconde a sí misma y a sus secretos. Michael Maier escribe
lo siguiente: «Lo que contienen el Fama y el Confessio es verdad. Decir que la
hermandad ha prometido mucho y ha hecho muy poco resulta una objeción bastante
infantil. En este caso, como en cualquier otro, muchos son los llamados, pero pocos
los elegidos. Los maestros de la orden muestran la rosa como un premio distante, pero
imponen la cruz a los que ingresan». [176]
La rosa y la cruz aparecen en los vitrales de la casa capitular de la catedral de
Lichfield, donde, según Walter Conrad Arensberg, están enterrados lord Bacon y su
madre. Una rosa crucificada dentro de un corazón es la marca de agua que aparece en
la dedicatoria de la edición de 1628 de la Anatomía de la melancolía, de Robert
Burton.
Los símbolos principales de los rosacruces eran la rosa y la cruz: la rosa femenina
y la cruz masculina, dos emblemas fálicos universales. Aunque caballeros tan eruditos