Page 607 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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pueden ser cambiadas por números cuya suma da 33, el equivalente

         numérico del nombre Bacon. Cuando se consideran unidos estos diferentes
        puntos de interés van muy lejos al clarificar el misterio que rodea la autoría

                                  de los primeros manifiestos Rosacruces.







  Uno de los más destacados apologistas rosacruces fue John Heydon, que se identifica

  a sí mismo como «siervo de Dios y secretario de la naturaleza». En su curiosa obra

  The Rosie Cross Uncovered, ofrece una descripción enigmática, aunque valiosa, de la

  Fraternidad de la Rosa Cruz con las siguientes palabras:
       «Existe  ahora  una  especie  de  hombres  —ellos  mismos  así  lo  hacen  constar—

  llamados rosacruces, una fraternidad divina que vive en los suburbios del cielo: son

  los funcionarios del Generalissimo del mundo, como los ojos y las orejas del gran

  Rey, que todo lo ven y todo lo oyen: y dicen que estos rosacruces han sido iluminados
  por serafines, igual que Moisés, según este orden de los elementos: tierra refinada al

  agua,  el  agua  al  aire,  el  aire  al  fuego».  Declara  asimismo  que  estos  hermanos

  misteriosos poseían poderes polimorfos y que aparecían con cualquier forma que se
  les ocurriese. En el prefacio de la misma obra enumera los extraños poderes de los

  adeptos rosacruces:



       A continuación os diré lo que son los rosacruces y que Moisés era su padre, y

       era θεοῡ παῑς algunos dicen que pertenecían a la orden de Elías y otros, que
       eran discípulos de Ezequiel; […]. Parecería que los rosacruces no solo estaban

       iniciados  en  la  teoría  mosaica,  sino  que  habían  llegado  incluso  a  obtener  el

       poder de hacer milagros, como Moisés, Elías, Ezequiel y los profetas que los

       sucedieron,  como  ser  transportados  a  donde  quisieran,  como  Habacuc  fue
       llevado desde la judería a Babilonia, o como Felipe, que, después de bautizar

       al eunuco, se encontró en Azoto, y uno de ellos fue desde mí a ver a un amigo

       mío en Devonshire y regresó y me trajo su respuesta a Londres el mismo día,
       cuando  son  cuatro  días  de  viaje;  me  enseñaron  excelentes  predicciones  de

       astrología y terremotos: reducen la peste en las ciudades: silencian los vientos

       y las tempestades violentos: calman la ira del mar y la de los ríos: caminan por

       el  aire;  frustran  los  aspectos  maliciosos  de  las  brujas  y  curan  todas  las
       enfermedades.
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