Page 674 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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prometemos medios en abundancia, multiplicables hasta el infinito, benéficos
y caritativos, sin disminución alguna de nuestros recursos inagotables, por
consiguiente, bien puede ser llamada la gloria [los honores] del mundo entero,
como verdaderamente el estudio y la contemplación del lapis philosophorum,
en armonía con las verdades divinas, eleva la mente a Dios, nuestro creador y
padre misericordioso, y si Él nos permitiera poseerlo prácticamente debe
erradicar el mero principio de la avaricia, la envidia y las malas inclinaciones y
hacer que nuestro corazón se funda de gratitud hacia Él. que ha sido tan bueno
con nosotros. Por consiguiente, los filósofos dicen con gran verdad que el
lapis philosophorum siempre encuentra a las buenas personas y, si alguien no
lo es, lo vuelve bueno.
Y LA OSCURIDAD DESAPARECERÁ DE VOSOTROS. Al vigorizar los
órganos que el alma utiliza para comunicarse con los objetos exteriores, el
alma debe adquirir grandes poderes, no solo para la concepción sino también
para la conservación, y, por lo tanto, si deseamos obtener aún más
conocimiento y que los órganos y las fuentes secretas de la vida física se
refuercen y vigoricen de maravilla, el alma debe obtener nuevos poderes para
concebir y conservar, sobre todo si rezamos a Dios pidiéndole conocimiento y
confirmamos nuestras plegarias mediante la fe, toda oscuridad desaparecerá
por supuesto. Que esto no ocurriera con todos sus poseedores fue culpa suya,
porque se conformaban solo con la transmutación de los metales
(Uso). ESTA ES LA FUERZA DE TODOS LOS PODERES. Esta es una
figura muy poderosa, que indica que el lapis philosophorum posee
positivamente todos los poderes ocultos en la naturaleza, no para la
destrucción, sino para la exaltación y la regeneración de la materia en los tres
ámbitos de la naturaleza.
CON TODO ESTO, SERÉIS CAPACES DE SUPERARLO TODO Y DE
TRANSMUTAR TODO LO QUE ES BELLO ([EL ARTE]) Y LO QUE ES
BASTO ([EL ARTE]). Conquistará todo lo que es sutil, desde luego, al volver
a fijar el oxígeno sutilísimo en su propia naturaleza ardiente, y lo hará con más
poder, penetración y virtud, decuplicado, con cada multiplicación, y cada vez
en menos tiempo, hasta que su poder se vuelve incalculable, y su poder
multiplicado también penetra [invade] todo lo que es sólido, como el oro y la