Page 41 - Cartas a Jóvenes Enamorados (1987)
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Cuando el amor es ciego                         37


               salvación de sus almas. No quisieron admitir que alguien, fuera de
               ellos, pudiese saber algo en cuanto al asunto, cuando si hubiesen
               aceptado los consejos, se habrían ahorrado años de ansiedad y penas.
               Pero son inútiles los consejos dados a aquellos que están resueltos
               a hacer su voluntad. A tales individuos, la pasión los hace pasar
               por encima de todas las barreras que puedan oponer la razón y el

               criterio. 11.
                    Pese cada sentimiento, y observe todo desarrollo del carácter en
               la persona con la cual piensa ligar el destino de su vida. El paso que
               usted está por dar es uno de los más importantes de su vida, y no [35]
               debiera ser tomado con precipitación. Si bien usted puede amar, no

               ame ciegamente.     12.
                    Hermano, espero que tengas suficiente respeto por ti mismo para
               evitar esta forma de noviazgo. Si sólo tienes en vista la gloria de
               Dios, procederás con deliberada prudencia. No permitirás que un
               sentimentalismo amoroso ciegue de tal modo tu visión que no puedas
               discernir los derechos que Dios tiene sobre ti como cristiano.        13.


                           En esta carta se plantean varios interrogantes muy

                      serios. Parece que ambos eran demasiado jóvenes e in-
                      maduros como para pensar en el matrimonio. La carta
                      sugiere algunas evidencias de esa inmadurez. Se obser-
                      va un problema de superficialidad de parte de la niña.
                      También se considera la cuestión de si lo que sienten es

                      amor real o infatuación. Elena G. de White insta a este
                      joven a ser previsor más bien que pensar solamente en
                      el momento presente.
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                                                                            Junio 8, 1880


               Muy estimado Juan,
                    Me siento apenada de que te hayas enredado en un flirteo con
               Isabel. En primer lugar, tu ansiedad sobre este asunto es prematura.

                    Te hablo como alguien que tiene experiencia. Espera hasta que
               tengas algún conocimiento exacto de ti mismo y del mundo, y de las
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