Page 43 - Cartas a Jóvenes Enamorados (1987)
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Cuando el amor es ciego                         39


                    Sería mucho mejor no casarse nunca que casarse y ser desgra-
               ciado. Busca el consejo de Dios en todas estas cosas, y sé tan calmo,
               tan sujeto a la voluntad de Dios como para no dejarte afectar por
               una excitación febril y descalificarte para su servicio por tus lazos
               afectivos.
                    No tenemos sino un corto tiempo para atesorar buenas obras

               en el cielo; por lo tanto, no cometas un error en esto. Sirve a Dios
               con afecto indiviso. Sé celoso e íntegro. Que tu ejemplo sea de tal
               naturaleza que pueda ayudar a otros a decidirse por Jesús. Los
               jóvenes no se dan cuenta del poder de su influencia. Labora para
               este tiempo y para la eternidad.

               Tu madre adoptiva,


                                                                          Ellen G. White


                                                                           Carta 59, 1880.
                                                                                               [38]
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