Page 321 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides

LAS COÉFORAS

múltiples, heladas para mi hígado caliente,
que si no iba a vengarme de los responsables de mi padre,
recíprocamente dando muerte por muerte, según me decía,
enfurecido como un toro por mis posesiones perdidas. 275
Y afirmaba que tales cosas yo mismo con mi amada vida
pagaría teniendo muchas calamidades angustiantes.
Así pues, al ir revelando a los mortales las furias vengativas
de la tierra, me hablaba refiriéndome las enfermedades
que atacan la carne con sus salvajes mandíbulas, 280
erupciones devoradoras de la primitiva naturaleza,
con la que aparece la enfermedad del cabello blanco.
Y me hablaba de otros ataques de las Erinias
suscitados por la sangre de un padre,
pues por el oscuro dardo de los del inframundo, 285
suplicantes de venganza que han caído en la misma estirpe,
la locura y el vano miedo de las noches,
que veían luminosamente en la oscuridad moviendo sus cejas,
agita, perturba y expulsa de la ciudad
a un cuerpo ultrajado por el látigo de bronce. 290
Y siendo de tal naturaleza ni de su parte de la cratera
puede participar, ni de las libaciones ofrendadas,
y de los altares los aparta la imperceptible ira
del padre, y nadie los acepta ni los ayuda.
Deshonrado por todo y sin amigo muere con el tiempo 295
de mala manera, marchitándose por un destino que todo
[destruye.
¿A tales oráculos es perentorio tener confianza?
Y aunque no estoy convencido, el encargo debe realizarse
pues muchas emociones concurren en uno:

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