Page 380 - Egipto Tomo 1
P. 380

296                     EL CAIRO
                 del artista que las llevó á ejecución no vacila en decir: «Para comunicar tanta luz á todas
                 »esas figuras y follajes, por fuerza debió mojar sus pinceles en el mismísimo sol.»
                   El  edificio más importante  del Cairo, construido en  la época de  los fatimitas,  es  la
                 mezquita debida al segundo de los sucesores de Mo’ezz. Medio derruido, no son muchos los
                 objetos que conserva verdaderamente dignos de atención; pero cuando se sabe lo que fue la
                 vida de su fundador Hakim, es fuerza convenir en que dicho califa, que subió al trono á la
                 edad de once años, constituye una de las figuras más singulares que ofrece la historia, y una
                 de aquellas cuya personalidad resulta más incomprensible, á consecuencia de los contradicto-
                 rios aspectos que ofrece  .  Para que de ella se forme idea bastará consignar que durante los
                 años postreros de su existencia imaginó ser dios, y esta presunción se generalizó en tales
                 términos, que la secta de los Drusos, que cuenta todavía numerosos prosélitos en la Siria, le
                 tiene por una encarnación del Altísimo, creyendo que desapareció para volver un dia y
                 recibir la adoración del mundo entero. En cuanto  al Cairo no  le es deudor de grandes
                 distinciones, y por lo que toca á sus habitantes fueron tratados de diferentes maneras según
                 era  la momentánea
                              disposición de su espíritu. Los coptos y  los  cristianos unas veces
                 tuvieron que sufrir todo el rigor de sus persecuciones; pero en cambio en ocasiones distintas
                 les concedió los beneficios de la libertad más completa, y hasta consintió que volvieran á su
                 primitiva creencia aquellos que, por temor á sus rigores, habían adoptado los preceptos del
                 Islam.  El pueblo, es decir,  las clases más humildes entre las cuales habíase complacido
                 en orar en los primeros años de su juventud, y cuya voluntad le había ganado merced á su
                 inagotable liberalidad, le amaba con pasión: en cambio las clases superiores le temían y le
                 odiaban. Su nombre pronunciado en el harem de los ricos producía una verdadera conster-
                 nación, pues no sólo prohibía en absoluto á las mujeres el que pusieran los piés en la calle,
                sino que tenia vedado el que entraran en las casas hasta á los vendedores de comestibles.
                Grandeza de alma y pequeñez de  espíritu;  severidad desordenada y bondadosa dulzura;
                afabilidad v orgullo elevado hasta la más alta infatuación \ r devoción estrecha é intolerable
                 hasta el último extremo respecto de la doctrina chiita; y completa aversión á las creencias
                 de sus padres: todas estas tendencias contradictorias pasaron y se sucedieron una á otra en
                 su pecho voluble y su alma tornadiza. Hoy  se presentaba en  las  calles seguido de un
                             esplendente, y mañana recorría la ciudad montado en pacífico jumento
                 cortejo numeroso y
                 como el más humilde de sus súbditos, ó permanecía dias enteros metido en el interior de
                aposentos herméticamente cerrados, cuyas tinieblas disipaba por medio de antorchas y luces
                artificiales: hasta en cierta ocasión, cual el César romano, puso fuego con sus propias manos
                á su regia morada. Al fin acabó de desaparecer sin dejar huellas de su paso, en uno de sus
                paseos nocturnos sobre las vertientes del Mokatam. Lo verosímil es que pereciera á manos
                de asesinos; pero ello es que los drusos aguardan todavía su reaparición.
                   Tres son las mezquitas que mandó construir, y de ellas la más notable, que era la que
                llevaba su nombre, se vino al suelo á consecuencia de un terremoto. El majestuoso edificio
                terminado por un alminar que nada tiene de notable, como no sea el hallarse en bastante
   375   376   377   378   379   380   381   382   383   384   385