Page 378 - Egipto Tomo 1
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siendo verdaderamente una pérdida irreparable; mas, como por fortuna nos quedan no pocos
libros en los cuales se describe detalladamente el esplendor do la corte de los fatimitas,
puede consignarse sin la menor vacilación, que muchos de los elementos característicos á la
arquitectura árabe, de los cuales, siquiera tomándolos de monumentos pertenecientes á
épocas posteriores, ofreceremos ejemplares, alcanzaron ya completo desenvolvimiento en
tiempo de dichos príncipes. Cuanto acabamos de decir tiene aplicación completa en lo que se
llaman estalactitas, y cuyo origen háse creído encontrar, equivocadamente, en las formas
fantásticas que ofrece la naturaleza en el interior de las grutas, de cuyo techo se destila el
agua gota á gota. No, no son tales imitaciones, y en opinión de Ivuvler, debe verse en ellas
«una formación arquitectónica de un género particular, cuya extraña apariencia así puede
» pasar por un elemento de construcción, como por un elemento orgánico, en el sentido ideal
»y al propio tiempo decorativo.
» Dicho elemento encuéntrase
» empleado ya, ora como medio
»de transición, ora para pasar á
»los accidentes que sobresalen;
»por ejemplo, para llenar los
» ángulos cuando se levanta una
» cúpula sobre una cámara cua-
»drangular, y aún en ciertos
» casos muy distintos unos de
» otros, para que hagan las veces
»dc arcos torales v de bovedi-
»llas. Es un sistema especial do
» casetones en el cual pequeñas
» ménsulas y diminutas liorna—
»cinas, que sirven de estribos á
BALCON CONSOLA DEL ALMINAR DE LA CAPITEL PERSA TURCO DE
MEZQUITA DE EZBEK » arquillos apuntados que apean ESTALACTITAS
»cn las ménsulas, vense colocados regularmente al lado y encima unos de otros, de suerte
»que el remate de la ménsula superior descansa casi sobro la cima de la hornacina central,
»de suerte que las partes superiores sobresalen á manera de candelas pendientes.» Técnica-
mente las estalactitas sirven para disponer las partes de modo que vayan ascendiendo.
Schmoranz, uno de los que más profundamente han conocido el arte árabe, las ha dividido en
tres clases: árabes, persas y moriscas; teniendo en cuenta que cada una de ellas ofrece
caractéres singulares que las distinguen, especialmente en la manera de tratar los materiales
empleados en su construcción, madera, yeso, tierra cocida ó piedra. Las estalactitas no
pintadas, en las cuales el efecto procede exclusivamente de los contrastes resultantes de la
luz, difieren completamente por su forma de las que están pintadas de diferentes colores.
Del palacio construido por Djohar para sus señores, nada queda absolutamente, pero