Page 37 - Krshna Figura Histórica, Creación Mitológica o la Combinación de Ambas
P. 37

37


                  hija  de  Yashodā,  se  la  llevó.  En  la  cuna,  puso  a
                  Krshna en su lugar y llevó a la hija de Yashodā al
                  palacio  y  la  colocó  en  los  brazos  de  Devakī,
                  realizando  así  un  intercambio  de  bebés,  para
                  transmitir  la  idea  de  que,  esta  vez,  el  bebé  de
                  Devakī  era  una  hija  y  no  un  hijo,  que  evitaría  la
                  muerte  por  el  rey  Kamsa.  Al  enterarse  de  otro
                  nacimiento,  Kamsa  inmediatamente  corrió  a  la
                  celda de Devakī y pidió examinar al bebé, dándose
                  cuenta entonces de que esta vez era una hija, por
                  lo que no justificaría su muerte, evitó ejecutarla. A
                  través  de  esta  táctica  de  intercambiar  bebés,
                  Krshna  sobrevivió  y  fue  criado  por  sus  padres
                  adoptivos Nanda y Yashodā en la aldea de Gokula.
                         Lo intrigante de este episodio es que es uno
                  de los muchos que retrata la ineptitud en algunos
                  pasajes  de  los  mitos.  Porque,  para  evitar  que  la
                  profecía  de  su  muerte,  a  través  de  un  hijo  de
                  Devakī, se cumpliera, Kamsa no necesitaba matar
                  a cada uno de los hijos de Devakī que había nacido,
                  sería suficiente mantenerla a ella y a su esposo en
                  locales  separadas,  a  fin  de  que  ella  no  concebir,
                  entonces la muerte sería innecesaria. Increíble que
                  el rey Kamsa no tuviera esa idea, o que nadie en la
                  corte se lo hubiera sugerido.

                  Los Milagros Cómicos en la Infancia

                         Algunos episodios en la vida de Krshna son
                  tan fantasiosos  que  son  también  cómicos,  lo  que
                  nos recuerda los milagros cómicos de la infancia de
                  Jesús,  registrados  en  un  conjunto  de  textos
                  apócrifos  conocidos  como  los  “Evangelios  de  la
   32   33   34   35   36   37   38   39   40   41   42