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El Popol Vuh 42
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En seguida dijeron sus nombres, se exaltaron a la faz de todo Xibalbá. “Escuchad nuestros
nombres. Os diremos también los nombres de nuestros padres. Henos aquí nosotros: Joven
Maestro Mago. Brujito, [son] nuestros nombres. He aquí a nuestros padres, que vosotros
matasteis: Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago, [son] sus nombres. Henos aquí los
vengadores de los tormentos, de los dolores, de nuestros padres. Nosotros sufrimos también
todos los males que les infligisteis. Por tanto os acabaremos. Nosotros, nosotros os mataremos
sin que os salvéis”, fue dicho. En seguida todo Xibalbá se prosternó, gimiendo. “Tened piedad de
nuestros rostros, oh Maestro Mago, Brujito. En verdad, pecamos contra vuestros padres a los
que nombráis y que están enterrados en el Juego de Pelota de los Sacrificios”, dijo [Xibalbá].
“Muy bien. He aquí nuestra Palabra que decimos sobre vosotros. Escuchad todos, oh Xibalbá.
Puesto que ya no es grande vuestra gloria, [puesto] que vuestra potencia ya no existe, y aunque
sin gran derecho a la piedad, vuestra sangre dominará todavía un poco, pero no vuestra sangre
de Drago en el juego de pelota105 . No [tendréis] más que tejas, marmitas, cacharros, el
desgranamiento del maíz106. Vuestro juego de pelota no será más que el hijo de las hierbas, el
hijo del desierto. Todos los hijos del alba, la prole del alba, no serán de vosotros; sólo los grandes
habladores se abandonarán a vosotros. Los del Mal, Los de la Guerra, Los de la Tristeza, Los de
la Miseria, vosotros que hicisteis el mal, lloradle. Ya no se agarrará a todos los hombres
súbitamente como vosotros lo hacíais. Tened cuidado con la pelota del Drago”; así fue dicho a
todos los Xibalbá. Éste fue en seguida el comienzo de su pérdida, de su destrucción, así como de
su invocación. En otro tiempo su gloria no era grande, pero ellos deseaban la guerra a los
hombres. [Fueron] realmente dioses antaño; pero sus espantosos rostros eran malvados. Los de
la Enemistad. Los de los Búhos, no excitaban más que al mal, más que a ¡a guerra. Así, eran
disimulados de corazón, negros - blancos107 envidiosos, opresores, se decía. También se
pintaban los rostros, se frotaban con colores. Su grandeza, su potencia, fueron perdidas: su
dominación ya no fue grande. Esto fue hecho por Joven Maestro Mago, Brujito.
Sin embargo, la abuela de éstos gemía, lloraba ante las cañas que ellos habían plantado.
Aquellas cañas habían echado yemas, [y] después se habían secado; las cañas habían echado
yernas de nuevo después de que [los engendrados] habían sido quemados en el borne
semisubterráneo. Entonces, en memoria de ellos, la abuela encendió, quemó copal ante las
cañas. El corazón de la abuela se regocijó cuando las cañas echaron yemas por segunda vez.
Entonces éstas fueron divinizadas por la abuela quien las llamó Centro de la Mansión, Centro:
[tal] [fue] su nombre: Cañas Vivas en Tierra Allanada se volvió su nombre. He aquí que se les
llamó Centro de la Mansión. Centro, porque aquellas cañas habían sido plantadas en el centro de
lo casa. Ella llamó Tierra Allanada, Cañas Vivas [en] Tierra Allanada, a las cañas que [los
engendrados] habían plantado. He aquí que fueron llamadas Cañas Vivas aquellas cañas,
porque habían echado yemas; ese nombre le fue dado por Antigua Ocultadora a lo que Maestro
Mago. Brujo, habían dejado plantado a su abuela en recuerdo de ellas. He aquí primeramente a
sus padres que habían muerto en otro tiempo: Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago.
[Los engendrados] vieron también allá en Xibalbá los rostros de sus padres; los padres hablaron
a sus Sustitutos, quienes habían vencido a Xibalbá. He aquí, pues, los funerales de sus padres
[hechos] por ellos. Se hicieron los funerales de Principal Maestro Mago, se fue a hacer los
funerales al Juego de Pelota de los Sacrificios. Para ello se quiso hacer su rostro108 ; se buscó,
pues, allá su nombre109 , todo, su boca, su nariz, sus huesos, su rostro. Se consiguió primero su
nombre, sin apenas más; él no quiso decir más que eso, sin pronunciar el nombre de los
Maestros Magos; su boca no quiso decir más que eso. He aquí además que ensalzaron el
espíritu de sus padres a los que dejaban en el Juego de Pelota de los Sacrificios. “Sed invocados
en adelante”, les dijeron los engendrados a fin de reposar sus corazones. “Los primeros iréis, los
primeros también seréis glorificados por los hijos del alba, la prole del alba. Vuestro nombre no
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