Page 57 - Popol Vuh
P. 57
El Popol Vuh 57
34
He aquí, pues, su decisión, el origen de la colocación de Pluvioso cuando fueron ante
Pluvioso. Sembrador. Fueron a verlos, fueron a adorarlos, dieron gracias a sus rostros por el
alba. [Los dioses] resplandecían entre los peñascos, en las selvas, pero su Sabiduría habló
cuando Los de las Espinas, Los del Sacrificio, llegaron ante Pluvioso. No [fue] gran [cosa] lo que
llevaron, lo que quemaron en seguida: solamente resina, solamente resina superfina, con anís
silvestre, quemaron ante los dioses. Entonces Pluvioso habló; sólo su Sabiduría existió cuando
dio consejo a Los de las Espinas. Los del Sacrificio: él habló, dijo: “Aquí verdaderamente están
nuestras montañas, nuestras llanuras. Nosotros [somos] todavía vuestros. Nuestra gloria, nuestro
esplendor, serán grandes para todos los hombres. De vosotros [serán] todas las tribus. Nosotros
[somos] también vuestros compañeros. Tened cuidado de [vuestra] ciudad, nosotros os
aconsejaremos. No os manifestéis a la faz de las tribus cuando estemos irritados por las palabras
de sus bocas, [por] su existencia. No nos dejéis cazar en la red, sino dadnos los hijos de la hierba
de los caminos, los hijos de los matorrales con las hembras de los venados, las hembras de los
pájaros. Dadnos un poco de su sangre, tened piedad de nuestros rostros, dejadnos los pelos de
los venados, velad porque se descubra a los que se hayan quedado caídos. He aquí unos
símbolos, y por consiguiente nuestros substitutos, que manifestaréis ante las tribus. Cuando ellas
os digan: “¿En dónde está Pluvioso?”, vosotros manifestaréis ante sus rostros nuestros símbolos;
no os manifestéis vosotros mismos, tendréis otra cosa que hacer. Grande será vuestro ser.
Someteréis a todas las tribus: humillaréis su sangre, su savia, ante nuestros rostros; los que
vengan a abrazarnos serán también nuestros”. Así dijeron Pluvioso. Sembrador. Volcán. Bajo
rostros de engendrados se disimulaban cuando íbase a verlos y a sacrificar ante sus rostros.
Entonces comenzó la caza a los hijos de los pájaros, a los hijos de los venados, caza que
recibían Los de las Espinas. Los del Sacrificio. Cuando se habían encontrado pájaros, hijos de
venados, iban en seguida a derramar la sangre de los venados, de los pájaros, al borde de la
piedra de Pluvioso, Sembrador. Habiendo sido bebida la sangre por los dioses, al instante la
piedra hablaba cuando llegaban Los de las Espinas, Los del Sacrificio, cuando iban a sacrificar.
Así hacían ante los símbolos, quemando resina, quemando anís silvestre, espinas de maguey.
Sus símbolos estaban cada uno sobre la montaña en donde habían sido colocados. De día no
permanecían en sus casas sino se iban a los montes. He aquí, pues, que no se nutrían más que
[de hijos de abejas, de hijos de avispas, de hijos de abejorros, para sostenerse; [no tenían] ni
buena alimentación ni buena bebida. Entonces no aparecían los caminos de sus casas, no
aparecía [el lugar] en donde se habían quedado sus esposas.
Instituto Cultural Quetzalcoatl www.samaelgnosis.net