Page 62 - Popol Vuh
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El Popol Vuh                                                                                      62
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                   Entonces  todas  las  tribus  celebraron  de  nuevo  consejo.  “¿Cómo  los  venceremos?
            Verdaderamente,  tal  como  es  su  ser  es  grande”,  repitieron  cuando  se  reunieron  en  Consejo.
            “Pues  bien,  los atacaremos, los mataremos; nos adornaremos con flechas, con escudos. ¿No
            somos  numerosos?  Que  ni  uno  ni  dos  de  nosotros  se  queden”,  dijeron  también  cuando
            celebraron consejo. Todas las tribus se adornaron. Numerosos [eran] los matadores cuando para
            la matanza estuvieron reunidas todas las tribus.

                   Ahora  bien.  Brujo  del  Envoltorio.  Brujo  Nocturno.  Guarda-Botín  estaban  en  la  cima  del
            monte;  Volcán,  [era]  el  nombre  del  monte;  estaban  allí  para  sus  engendrados136  ,  allí  en  la
            montaña. Sus hombres no eran numerosos, no [eran] una multitud como la multitud de las tribus:
            un pequeño [número] solamente: la cima de la montaña les rodeaba137 . Sin embargo, entonces
            fue decidida su destrucción por las tribus cuando todas se reunieron, se congregaron, cuando
            todas  se  llamaron.  He  aquí,  pues,  que  todas  las  tribus  se  juntaron,  todas  adornadas  con  sus
            flechas,  con  sus  escudos:  innumerables  eran  los  metales  preciosos  de  sus  ornamentos:
            embellecido [estaba] el aspecto de todos los jefes, los Varones; todos en verdad cumplieron su
            palabra. “En verdad, todos serán hechos realmente miserables. Ese Pluvioso, ese dios, es al que
            adoraremos  si,  solamente,  lo  hacemos  prisionero”,  se  dijeron  unas  a  otras  [las  tribus].  Pero
            Pluvioso  sabía,  y  Brujo  del  Envoltorio,  Brujo  Nocturno,  Guarda-Botín,  sabían;  conocían  lo  que
            estaba decidido, pues no tenían ni sueño ni reposo desde que se habían preparado los arqueros,
            los guerreros. En seguida todos aquellos guerreros se levantaron; queriendo en sus corazones
            atacar  nocturnamente,  fueron.  Pero  no  llegaron,  sino  que  en  camino  aquellos  guerreros  se
            durmieron,  y  después  fueron  vencidos  por  Brujo  del  Envoltorio,  Brujo Nocturno, Guarda-Botín.
            Juntos  [se]  durmieron  en  [el]  camino;  sin  saberlo,  todos  acabaron  por  dormirse,  en  seguida
            comenzó la depilación de sus cejas, de sus barbas, por [los tres]; entonces se desprendieron los
            metales preciosos de sus gargantillas, de sus coronas, de sus collares; no fue sino el asta de sus
            lanzas a la que se le quitaron los metales preciosos138 . Para la humillación de sus rostros fue
            hecha  su  depilación,  señal  de  la  grandeza  de  los  hombres  Queche.  Habiéndose  despertado
            después, inmediatamente tomaron sus coronas y las astas de sus lanzas: no había ya metales
            preciosos en las astas y en las coronas. “¿Quién nos lo quitó? ¿Quién nos depiló así? ¿De dónde
            vinieron a robarnos nuestros metales preciosos?”, dijeron todos los guerreros. “¿Serían quizás
            esos  engañadores  que  roban  hombres?  ¿No  cesarán  pronto  de  espantarnos?  Ataquemos  su
            ciudad; así volveremos a ver nuestros metales preciosos; esto es lo que les haremos”, dijeron
            todas las tribus; todas obraron según sus palabras.
                   Ahora bien, en reposo [estaban] los corazones de Los de las Espinas, Los del Sacrificio,
            que estaban en la montaña. Así, Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, habiendo
            celebrado un gran Consejo, hicieron fortificaciones al borde de su ciudad, no rodeándola más que
            de  tablas,  más  que  de  espinos,  su  ciudad.  Hicieron  en  seguida  maniquíes  semejantes  a
            hombres;  esto  fue  [hecho]  por  ellos;  después  los  alinearon  allí,  en  las  fortificaciones;  de  igual
            modo estaban allí sus escudos, estaban allí sus flechas, ron los cuales se les adornó; en sus
            cabezas  se  les  pusieron  coronas  de  metales  preciosos;  se  les  pusieron  a  aquellos  simples
            maniquíes, a aquellos simples [muñecos] construidos con madera; se les pusieron los metales
            preciosos que se habían ido a coger a las tribus en el camino y con los cuales los maniquíes
            fueron  adornados  por  [los  tres].  Éstos  cavaron  entonces  alrededor  de  la  ciudad.  Pidieron  en
            seguida  consejo  a  Pluvioso.  “¿Moriremos?  ¿Seremos  vencidos?”.  Sus  corazones  recibieron  la
            respuesta ante Pluvioso. “No os aflijáis. He aquí lo que pondréis contra ellos. No os espantéis”,
            fue dicho a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín.




            Instituto Cultural Quetzalcoatl                                                  www.samaelgnosis.net
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