Page 48 - Muerte al Rey II
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Libro Muerte al Rey_II:- 9/10/2018 4:27 p. m. Página 47
Consejos de los “Viejos Grandes Maestros”
“La necedad es la madre de todos los males” (Cicerón)
Hace un tiempo atrás, después de jugar una partida con un ajedrecista principiante, finalizó la partida
con el siguiente diálogo:
Job: La apertura que jugaste no la manejabas muy bien parece, saliste algo inferior.
Aficionado: No lo creo, yo estaba bien en la apertura.
Job: La relación apertura, medio juego y final debe estar muy clara, no se trata de aprenderse de
memoria quince movimientos y listo. La apertura se debe asociar con las estructuras de peones por
ejemplo, manejando esos conceptos puedes llegar a entender finalmente de qué se trata una aper-
tura o defensa en particular.
Aficionado: Llegaré a mi casa y lo veré con el módulo, éste me dirá el camino correcto a seguir.
Job: Para sacar realmente provecho a un módulo se debe saber ajedrez en primera instancia, el mó-
dulo debe ser solo una ayuda, muchas veces termina siendo perjudicial en el proceso de mejorar
ajedrecísticamente.
Aficionado: El módulo es Dios, hay que creerle.
Como no soy creyente, me levanté de la mesa y me fui. Personalmente creo que el Dios que sea,
solo permite crear gente sumisa y sometida, controlada por el miedo y castigos celestiales. El ajedrez
necesita libertad de acción, jugar, luchar, disfrutar la victoria, llorar las derrotas, el ajedrez es dialéc-
tica que fluye por el tablero mágicamente. El ajedrez es una sumatoria de acciones humanas que
necesitan obligatoriamente a gente bien despierta y concentrada.
Me formé en una época en que los consejos de los maestros importaban, cuando el Maestro Pedro
Donoso analizaba algo, nosotros escuchábamos respetuosamente. Tampoco creo en idolatrar a nadie,
pero sí creo firmemente que en la vida como en el ajedrez, la experiencia vale más que la simple
necedad de algunos.
Para avanzar en esta compleja vida deportiva del ajedrecista, se necesita valorar cada recurso que
podamos tener a nuestro alcance, por eso la soberbia muchas veces solo juega en nuestra contra.
Los viejos Grandes Maestros, los que entregaron su vida al desarrollo del ajedrez como lo conocemos
hoy en día, tienen mucho que decir sobre este maravilloso juego.
Hay que abrir bien los oídos y sentidos para profitar sobre todo el conocimiento entregado por los
viejos maestros de antaño.
Creo que un consejo de un maestro en el oído vale mucho más que el Dios cibernético del necio aje-
drecista que podamos encontrar por algún club de ajedrez.
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