Page 5 - El garbanzo verde nº5
P. 5

4
                                                                                 El garbanzo verde




            2º PREMIO

            AUTOR: MARCOS REY

            COLEGIO: CEIP JOSÉ JALÓN

            CATEGORÍA: INFANTIL


                                            “LA ESCULAS DE TOTALÁN”
            Sentados toda la tarde vi como mis abuelos recordaban con cariño sus años en el colegio, los dos son de
            un pueblo muy pequeñito de la Axarquía de Málaga, que se llama Totalán.

            Todas sus casas son blancas y huele a biznagas y jazmines, es un pueblo lleno de almendros y olivos.

            Me contaron que fue época difícil y que no pudieron estudiar tanto como les hubiese gustado porque las
            niñas tenían que ayudar en casa haciendo labores del hogar y los niños tenían que ayudar a sus padres
            en el campo.

            Los días que podían ir a la escuela los recuerdan fríos porque no había calefacción como ahora, tampoco
            tenían  tantos  libros  ni  cuadernos  para  cada  asignatura.  Mi  abuelo  solo  tenía  una  pizarrita  pequeña,
            también usaban un tintero y una pluma que ponían en el escritorio donde había un agujero para meterlo,
            cuando se acababa la tinta el profesor se la rellenaba de una botella que tenía.

            Las asignaturas eran pocas, daban aritmética que ahora es matemáticas, geografía, lengua, religión y
            formación del espíritu nacional, ésta última asignatura les enseñaba la vida política del momento.

            Tenían que rezar todos los días nada más llegar al colegio y dos o tres veces por semana cantaban el
            himno nacional español.
            Los pupitres eran de madera que tenían una tapa que se levantaba y dentro había una cajonera donde
            podían guardar las cosas, los banquillos eran también de madera y se sentaban de dos en dos.

            Tenían que estar muy callados y atentos a la explicación del profesor, porque si no te portabas bien, Don
            Santiago tenía una regla larga y no dudaba en usarla, también dice que a los que no se sabían la lección
            le ponían unas orejas de burro y los mandaban ponerse de pie con los brazos abiertos sujetando en cada
            mano un libro que pesaba mucho durante unos diez minutos más o menos.

            Mi abuela no daba las mismas asignaturas de mi abuelo, a ellas las enseñaban a leer, escribir y hacer
            labores de costura, pero también tenía que portarse muy bien porque los castigos eran los mismos para
            todos.

            Recuerdan que sus profesores aún en la época que les tocó vivir, no eran de los peores, tal vez porque era
            un pueblo pequeño y allí se conocían todos, aún así tenían mucho respeto al profesor y su palabra era
            ley, tanto dentro como fuera de clase, porque si los padres se enteraban de que el profesor les había
            castigado, regañado o incluso golpeado, en casa también eran duros con ellos.
   1   2   3   4   5   6   7   8   9   10