Page 15 - ESPERANZA
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                                  Breve historia del adoquinado de calles

                          INVESTIGACIÓN HISTÓRICA DE CORONEL PRINGLES

                                                         PARTE III

                                               LAS CANTERAS DEL SUR
                   En 1906 se crea la Unión Obrera de las Canteras de Tandil y los trabajadores logran
                  emanciparse  laboral  y  económicamente  de  sus  patrones  mediante  derechos
                  legítimos.  Dos  años  más  tarde,  y  ante  una  nueva  huelga  de  picapedreros,  los
                  dueños de las canteras deciden cerrar estos lugares y ello lleva, con el transcurso
                  de las semanas y hasta meses sin producir, a que los empleados buscasen otras
                  fuentes de trabajo; salen al campo cuando la cosecha fina, se van hacia las canteras
                  de  Olavarría,  Uruguay  o  Balcarce,  o    emprenden  otros  oficios  en  los  pueblos  y
                  ciudades de la zona. La gran mayoría optó por arrendar pequeños cerros y siguieron
                  produciendo adoquines y cordones de forma familiar.
                  Por  entonces  el  país  se  preparaba  para  celebrar  el  centenario  y  Buenos  Aires
                  extendía su red de calles adoquinadas pretendiendo mostrar el progreso por medio
                  de  éstas.  La  demanda  de  esta  piedra  entonces  era  mucha  pero  las  principales
                  canteras  estaban  cerradas,  esto  fue  beneficioso  para  los  picapedreros
                  independientes, tanto que los adoquines se usaban como moneda de cambio en los
                  comercios para comprar alimentos, ropa y hasta herramientas.
                   No fue hasta 1909 que los dueños de las canteras deciden hacer un trato con el
                  sindicato y vuelven a abrir los portones de sus establecimientos para retomar la
                  producción.


                    La empresa Bruzzi-Lombardi formaliza
                  su sociedad en 1910, el 29 de marzo de
                  este año. Esta empresa, que nace como
                  una  sociedad  “amical  o  de  paisanos”
                  dedicada  a  la  construcción  con  un
                  tercero,  Leonardo  Lemmi,  es  la  que
                  gana años más tarde la licitación de la
                  Municipalidad de Coronel Pringles para
                  la  Concesión  de  las  Obras  de
                  Pavimento del Pueblo.

                    Roberto Bruzzi y Pedro Lombardi eran
                  italianos  de  origen,  el  primero  logró  su  carta  de  ciudadanía  nacionalizándose.
                  Ambos  vinieron  al  país  siendo  muy  jóvenes  y  formaron  familia  con  mujeres
                  argentinas.  Marplatenses  ellos  y  trabajadores  de  la  construcción,  forman  una
                  sociedad de paisanos dedicada a la construcción con un tercero, Leonardo Lemmi.
                  El  contrato  de  esta  sociedad  decía:”…desde  tiempo  atrás  vienen  trabajando  en
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