Page 32 - CUENTOS QUE CURAN
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Mi niñez transcurrió en la granja de mis
padres. Allí crecían los árboles de
varias especies y muy cerca estaba el
arroyo para chapotear en verano.
Lo que más nos gustaba era saborear
los frutos silvestres que mamá
transformaba en deliciosas mermeladas. Mis hermanos se
encargaban de sacar las malas hierbas y arrancarlas, bajo la
mirada sabia de mi papá.
Mis abuelos crearon ese lugar en la montaña, poniendo
piedra sobre piedra. Aprovecharon la tierra fértil y le
sacaron provecho para alimentar a la familia. Las frutas, el
maíz y los viñedos pueblan los entrañables recuerdos de mi
niñez.
A medida que fui creciendo se hicieron más espaciadas mis
visitas a la granja familiar. La ciudad me fue devorando
poco a poco, mi vida se pobló de autos, ruidos
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