Page 24 - El Orinoco, ilustrado, y defendido, historia natural, civil, y geographica de este gran rio, y de sus caudalosas vertientes: govierno, usos, y costumbres de los Indios sus habitadores con nuevas, y utiles noticias de animales, arboles, frutos, aceytes, resinas, yervas, y raices medicinales
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8 EL ORINOCO ILUSTRADO,

                             tado ; y es ^ que aquella corta luz , que enn


       La .ran tiecef-       tre ellos fe dexa divifar , al mifmo tiempo*
       íidad , que tie-      que fe dexa ver como luz , fe reconoce em-<
        ner de enie-
                             panada con muchas fombras. (a) Pobres al¬
        ñanza*
                              mas ! O ! y qué laftima ! Si aquella luz que

                             tienen fe parece tanto á las tinieblas , (b) qual

                              ferá el horror de la ceguedad en que viveuí

                              Y quien havrá, que no fe mueva á laftima ,y

                              compafsionde aquellas pobres Naciones? Tie«

                              neo poca luz , y obfcurecida , y afsi ven

                              muy poco ; y fi no hay quien vaya á alum¬

                              brarlos , no hay efperanza de que fe les acla¬

                              re la vifta. Hay notable diferencia en el mo¬

                               do de no ver quando una nube , ó niebla

                               opaca cubre la fuperfide de la tierra ; y

                               quando otra nube ( digámoslo afsi ) dom'ef-

                               tica cubre cafi toda la fuperfide de los ojos;

                               aquella el tiempo la dfísipa , y todo que¬

                               da claro : efta fe congela , y crece mas con

                               el tiempo ; y al modo de efta es la que

                               ofu fea á aquellas gentes infelices.

                                      Digo en fin , viniendo á lo particular,

                               qu*e las Naciones de que trato conocen la ma¬

                               licia del homicidio , del adulterio , y del hur¬

                               to i y los delinquentes , ó fe huyen , ó efi*

                               conden quanto pueden fus delitos : no fe ha¬

                               llan cafamientos entre hermanos , y herma¬

                               nas ; y en algunas gentes , hafta mas allá,

                               del quarto grado , no fe cafan. En fus defi*


                                        ; ... \ §ra" •
                                    (a) Lux obtenebrata efi in calígine. Ifah cap. yq

                               verf 3 o.

                                    (b) Matth. cap. 6. v. 23. Si enim lux , qua hi

                               te ejl tenebra funt 5 ipf¿ tenebrg quanto erunt.
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