Page 100 - Punto de Fuga_2_Neat
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Oficiales de la Policía se acercaron al fuego, les
preguntaron por el chico. Como nadie contestó, amenazaron
con tirar la olla. Revisaron las pertenencias de Juan y se lo
llevaron sin que pudiera probar un bocado. Con la panza
vacía.
Pasó varias noches en un calabozo, solo, mientras
averiguaban sus antecedentes. Ahí se sentía como en su casa,
golpeado, amenazado, culpable de algo y castigado. Territorio
hostil.
“Es el hijo de los López Urresti, lo están buscando”-
sentenció el Comisario. Ordenó que lo lleven
inmediatamente con su familia. -“No quiero tener
quilombos”. -Cerró.
Así, volvió a la casa de pisos limpios, de cortinas
inmaculadas, y olor a jazmín con sus ropas sucias y sus piojos.
La señora ordenó que se lo bañe y se lo lleve a su
cuarto hasta la cena. La criada, Elmira, en seguida se ocupó de
ello.
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