Page 141 - Punto de Fuga_2_Neat
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Cuando llegué, mi hermano me esperaba con mi hije para
comer. Me vio sin la bici, me vio devastada y me abrazó.
Comimos en silencio.
Una vez que mi hije se durmió, mi hermano tomó un
lápiz, me trajo una hoja. Y me enseñó cómo hacer
perspectivas.
"Esta es la línea del horizonte, siempre marca la altura de la
cabeza de quienes dibujes. De la línea del horizonte colgarán
los cuerpos. Y acá, en este punto vamos a poner el punto de
fuga. ¿Sabés por qué se llama así? Porque todo lo que dibujes
va volviéndose más chiquitito hacia este punto".
Ahí entendí, que no dibujaba perspectivas, que no
enseñaba a dibujar, sino a procesar y proyectar deseos.
Enseñaba a transitar los momentos de dolor y a salir
fortalecido. Dibujó dos líneas más y terminó.
Ahí empecé a dibujar yo. A dibujarme de nuevo.
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