Page 147 - Punto de Fuga_2_Neat
P. 147
De repente, sentí un golpe seco de atrás en mis piernas. Caí,
solté la pelota. Sentí como si mi hijo se me soltara de la mano
y cruzara corriendo la calle. La sensación más horrible de la
vida es la impotencia. Y miré la chancha, de lejos, estaría a
una cuadra. Después no vi más nada.
Me encapucharon. Me golpearon todo el tiempo. Me
metieron en el baúl de un auto.
Escuché sus voces.
"Flaco de mierda". "Zurdo villero". Y me escupían.
Nunca más toqué una pelota, nunca más corrí por una
cancha de fútbol.
Una vez, con un compañero de detención como no
podíamos jugar, relatábamos unos partidos juntos donde él y
yo éramos protagonistas. ¿Habrá aparecido él?
El mundo será distinto. Habrá un potrero desolado pero
habrá también un pibe en su casa, en un patio, que agarre una
pelota y haga jueguitos. O alguno que se invente un aro y la
pique hasta meter un triple.
146