Page 151 - Punto de Fuga_2_Neat
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Una madre sola con dos niños. Abandonados los tres
por un hombre que decidió cambiar de profesión, de vida, de
todo. Decidió ser egoísta o libre. A veces es una fina línea que
separa las dos cosas, o se borra.
La mujer amaba a sus hijos pero el rechazo amoroso
fue muy lacerante. Se levantaba cada mañana, le daba el
pecho al más chico llorando, y al más grande lo dejaba andar,
por ahí, por la casa y la calle solo. Si hubiera tenido que elegir
una frase para tatuarse en la frente hubiera sido “peligro de
derrumbe”.
Dejó de amamantar porque de un día para el otro se
olvidó de tomar el tiempo para tomar ron, whisky, lo que
podía comprar con su magro salario o mendigar al almacenero
por algún intercambio sexual ocasional.
El chico empezó a caminar, el grande andaba solo
hacía rato. Ambos se tomaron de la mano y empezaron a ir a
un club público. Jugaban bien al básquet por ser tan chiquitos.
Jugaban que era lo importante.
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