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La legalización de lo injusto, desde La Teoría de la Justicia de John Rawls
En la tesis desarrollada por Rawls,
uno de los principios que me parece
más interesante es el “Principio de
Compensación”, el que sostiene que
se debe buscar apoyar de manera
más activa a aquellos que: 1) No han
sido tan bien dotados como otros en
s u s fa c u l t a d e s , a c t i t u d e s
aptitudes, tal y como dijo Homero
en su Ilíada: “Los dioses no
dispensan sus dones por igual a
todos los hombres”; y,2) los que no
h an na c id o e n co n d i ci ones
ventajosas con respecto a otros”.
Esto me parece importante, pues
nuestras leyes --muchas veces--
plantean un discurso legal de
igualdad pero ¿igualdad de qué?,
¿podríamos decir que quien nace
en determinada clase social es igual
a quien nace en otra donde los
separa un gran abismo de clases?,
cómo posibilitan las normas el
abanico de posibilidades que
pueda tener uno respecto a otro
para que no se perpetúen los grupos
de poder que desde la colonización
(en nuestro caso) han gobernado
nuestros países? Claro, la ley no está
diseñada para ser justa en la
mayoría de los casos, sino para ser
simplemente legal. Y ¿cuál debe ser
la pretensión para poder realizar
modificaciones sociales tangibles y
no solamente emitir discursos que
se hunden en el abismo del tiempo?
Pues convertir en Derecho Positivo
las formas de tornar más eficientes
los mecanismos de la obtención de
lo justo, para no quedarnos con los
planos del puente, sin poder
construirlo entre lo legal y lo justo.
E n p a l a b r a s d e R a w l s :
naturalidad de esta condición
o radica en parte en el hecho de que
los primeros principios tienen que
ser capaces de servir como base
pública perpetua de una sociedad
bien ordenada”; es decir, es
necesario llevar estas intenciones a
categoría de principio, o sea, los que
constituyen los cánones de
interpretación de las normas, donde
aunque la norma a veces carezca de
un contenido de justicia legal, la
posibilidad de interpretarla de la
manera más justa sea posible sin
censuras de ninguna clase.
sean encaminadas a ello; por
ejemplo, que las expectativas de los
que se encuentran en mejor
condición en la sociedad beneficien
de manera indirecta a los más
necesitados o a quienes se
encuentran en posiciones precarias
en la estructura social.
Creo personalmente, que uno de
los más grandes errores cometidos
en la historia fue la abolición de la
pretensión de lo justo desde el
momento en que la creación de las
leyes siempre ha estado avalada o
controlada por ciertos grupos en los
Estados de Derecho; grupos que
nada tienen que ver con los
intereses colectivos.
Realmente, nuestros países fueran
mejores, en todo el sentido de la palabra si
“ L a fueran países con alto grado de justicia,
pues los ciudadanos podrían estar
tranquilos si son lacerados en su bienestar
jurídico cuando saben que una eficiente
administración de justicia vela por la paz socia.
En consecuencia: no es atacando los efectos
como podemos mejorar como sociedad, sino
atacando las causas que los originan; he aquí
en mi propuesta nada más una de las
causas, ya que este es solamente uno de
los abordajes, pero por algo se empieza.
En un país justo, los delincuentes
simplemente no tienen razón de ser, ni la
policía tendría tantas atribuciones,
idealmente debería el Estado romper
estos círculos viciosos, pero a falta de,
son los ciudadanos los llamados, como
s e r e s h u m a n o s c o n s c i e n t e s , a
transformar la realidad. Al fin y al cabo el
pueblo es el Soberano.
Bibliografía:
Rosseau, Jean Jacques. (2005). El
Contrato Social. Argentina. Ed. Losada.
Rawls, J. Theory of Justice. (2006).
Belknap Press of Harvard University
Press, Cambridge. Traducción
de María Dolores González.