Page 60 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)
El amor a las letras y a sus libros: la dedicación
Puede decirse, sin caer en romanticismos o en
reduccionismos que, la cercanía de alguien a las ideas y a los
textos –que son producto de las épocas, producto de las
construcciones sociales y las formas de ver al mundo-,
facilitan la búsqueda de motivos que determinado sujeto tiene
para desarrollar sus aportes, su rol en la historia. Es un buen
comienzo a la hora de escudriñar las mentes de cualquier
sujeto.
Como se sabe, desde muy chico Karl fue cercano a las
bibliotecas y la tinta. Su formación familiar y en la casa delos
von Westphalen, logró sentar las bases de sus conocimientos
del mundo. Por crecer en una región limítrofe con el
Frankreich, se untó de las ideas de revolucionarios franceses
en teoría y efectos cotidianos.
Marx combinará la lectura con la escritura. Se aprendió y
recitaba obras clásicas, evocando prácticas antiguas; lo hará
también con su prole sanguínea. Entre los textos que no se
cansaba de explorar estuvo El Quijote y las obras de
Shakespeare, leídas en sus lenguas originales. Decía que
nadie mejor que ese maestro inglés para comprender qué era
y todas las consecuencias nefastas del dinero en tanto medio
para convertirse en un poder inmanejable.
Su filiación con los libros le permitió también aprender y
comprender la necesidad de manejar varias lenguas. De
hecho, decía sobre la importancia de aprender lenguas que
"una lengua extranjera es un arma en la lucha por la vida"
(Lafargue, 2012, p. 237). A su vez, con los años le tocó el
turno a él, pues sus obras han sido traducidas a casi todas las
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