Page 58 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)
No puede olvidarse que esa doncella harapienta, tenía otros
pretendientes; algunos con buenas intenciones, otros con un
discurso disfrazado de benevolencia, pero que, en el fondo
tenían las intenciones más reprochables en el trato a una
doncella, esta es: la clase burguesa se parece al pretendiente
machista que solo quiere aprovecharse y no complementarse,
solo espera sumisión y no equidad.
Así podría decirse que, se pasaría de un matrimonio entre los
trabajadores con la moribunda clase feudal, a un concubinato
que solo traería desgracia y limitaría su libertad, su mismo
reconocimiento como clase poderosa forjadora de la historia.
El otro pretendiente, era su complemento: el materialismo
desprendido de la propuesta marxiana.
Así las cosas, Karl como pretendiente incisivo, no claudicó
en su cotejamiento. Independiente de lo que ella pensara, él
seguiría dedicándole su mortal tiempo. Le mostró cosas tan
ocultas pero presentes como la plusvalía, la alienación y el
fetichismo, entre otras no menos importantes. Le recordó lo
que la historia enseña y de lo que debe aprenderse.
Trabajó para encontrarse con ella en reuniones. Escribió para
ella proclamas y discursos. Organizó encuentros
internacionales para que se autoconociera. Participó en la
organización de la Liga de los Justos que luego se llamará
Liga de los Comunistas (Cardona Castro, 2001), y luego será
pieza convocante de la Primera Internacional en 1864
(Gemkow, 2010).
Marx sufrió las inclemencias de todo tipo a causa de su amor.
Sacrificó tiempo con su familia; fue perseguido, exiliado y
amedrentado por poderes políticos, económicos, religiosos e
intelectuales amangualados. Su carácter le generó no pocos
enemigos. Fue en verdad un amor sufrido.
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