Page 1192 - El Señor de los Anillos
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soportar. Pero cuando Aragorn retornó a Rivendel lo llamó a su lado, y le dijo:
      « Hijo mío, vendrán años en los que toda esperanza se desvanecerá, y más allá
      nada es claro para mí. Y ahora una sombra ha asomado entre nosotros. Quizás
      así está escrito, que merced a mi pérdida pueda ser restaurado el reino de los
      hombres.  Por  lo  tanto,  aunque  te  amo,  te  digo  a  ti:  Arwen  Undómiel  no
      desmedrará  la  gracia  de  su  vida  por  una  causa  menor.  No  será  la  esposa  de
      ningún hombre, a menos que éste sea al mismo tiempo el Rey de Gondor y de
      Arnor. A mí, aun la victoria no podrá traerme más que tristeza y separación…
      pero para ti, será una esperanza de felicidad por algún tiempo. ¡Ay, hijo mío!
      Temo que a Arwen el Destino de los Hombres pueda parecerle duro, al final.»
        » Así quedaron las cosas entre Elrond y Aragorn, y no volvieron a hablar del
      tema;  pero  Aragorn  partió  una  vez  más  a  afrontar  el  peligro  y  la  fatiga.  Y
      mientras el mundo se ensombrecía, y el miedo se cernía sobre la Tierra Media, a
      medida que el poder de Sauron se acrecentaba, y que Barad-dûr se erguía, más
      alta cada día y más poderosa, Arwen permaneció en Rivendel, y en ausencia de
      Aragorn  velaba  por  él  de  lejos  con  el  pensamiento;  y  en  la  larga  pero
      esperanzada  espera  hizo  para  él  un  estandarte,  un  estandarte  real,  que  nadie
      podría desplegar sino aquel que reivindicase el señorío de los Númenóreanos y la
      corona de Elendil.
        » Al cabo de algunos años, Gilraen se despidió de Elrond y volvió a Eriador,
      con su propia gente; y allí vivía sola; y a su hijo, que pasaba largos años en países
      lejanos, rara vez lo veía. Pero una vez, cuando Aragorn regresó al norte y fue a
      verla, ella le dijo antes de despedirlo:
        "Esta  es  nuestra  última  separación,  Estel,  hijo  mío.  Como  a  uno  de  los
      hombres comunes, también a mí me han envejecido las preocupaciones; y ahora
      que la veo acercarse, sé que no podré soportar la oscuridad de nuestro tiempo
      que se agolpa en la Tierra Media. Pronto habré de partir."
        » Aragorn trató de confortarla, diciendo: "Todavía puede haber una luz más
      allá de las tinieblas; y si la hay, quisiera que la vieras y fueras feliz."
        » Pero ella le respondió con este linnod:
        "Onen iEstel Edain, üchehin estel anim", [20]
        y  Aragorn  partió  con  el  corazón  oprimido.  Gilraen  murió  antes  de  la
      primavera siguiente.
        » Así  fueron  llegando  los  Años  de  la  Guerra  del  Anillo,  cuyos  hechos  se
      narran en otra parte: de cómo fueron revelados los medios imprevisibles para
      derrotar  a  Sauron,  y  de  cómo  se  cumplió  una  esperanza  más  allá  de  toda
      esperanza. Y aconteció que en la hora de la derrota Aragorn llegó desde el mar y
      desplegó el estandarte de Arwen en la batalla de los Campos del Pelennor, y ese
      día  fue  por  primera  vez  aclamado  como  Rey.  Y  por  fin,  cuando  todo  hubo
      terminado,  entró  en  posesión  de  la  herencia  de  los  antepasados  y  recibió  la
      corona de Gondor y el cetro de Arnor; y en el Día del Solsticio de Verano del año
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