Page 325 - El Señor de los Anillos
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de ir allí. Si no podemos cruzar las montañas, viajemos hacia el sur hasta el Paso
de Rohan donde los hombres son amigos de mi pueblo, tomando el camino que
yo seguí hasta aquí. O podemos ir todavía más lejos y cruzar el Isen hasta Playa
Larga y Lebennin y así llegar a Gondor desde las regiones cercanas al mar.
—Las cosas han cambiado desde que viniste al norte, Boromir —replicó
Gandalf—. ¿No oíste lo que dije de Saruman? Quizá tengamos que arreglar
cuentas antes que esto haya terminado. Pero el Anillo no ha de acercarse a
Isengard, si podemos impedirlo. El Paso de Rohan está cerrado para nosotros
mientras vayamos con el Portador.
» En cuanto al camino más largo: no tenemos tiempo. Un viaje semejante
podría llevarnos un año y tendríamos que pasar por muchas tierras desiertas
donde no encontraríamos ningún refugio. Y no estaríamos seguros. Los ojos
vigilantes de Saruman y el enemigo están puestos en esas tierras. Cuando viniste
al norte, Boromir, no eras a los ojos del enemigo más que un viajero extraviado
del sur y asunto de poca monta para él; no pensaba en otra cosa que en perseguir
el Anillo. Pero ahora volverías como miembro de la Compañía del Anillo y
estarías en peligro mientras permanecieses con nosotros. El peligro aumentaría
con cada legua que hiciésemos hacia el sur bajo el cielo desnudo.
» Desde que intentamos cruzar el paso, nuestra situación se ha hecho aún más
difícil, temo. Veo pocas esperanzas, si no nos perdemos de vista durante un
tiempo y cubrimos nuestras huellas. Por lo tanto aconsejo que no vayamos por
encima de las montañas, ni rodeándolas, sino por debajo. De cualquier modo es
una ruta que el enemigo no esperará que tomemos.
—No sabemos lo que él espera —dijo Boromir—. Quizá vigile todas las rutas,
las probables y las improbables. En ese caso entrar en Moria sería meterse en
una trampa, apenas mejor que ir a golpear las puertas de la Torre Oscura. El
nombre de Moria es tétrico.
—Hablas de lo que no sabes, cuando comparas a Moria con la fortaleza de
Sauron —respondió Gandalf—. De todos nosotros yo he sido el único que he
estado alguna vez en los calabozos del Señor Oscuro y esto sólo en la morada de
Dol Guldur, más antigua y menos importante. Quienes cruzan las puertas de
Baradûr no vuelven nunca. Pero yo no os llevaría a Moria si no hubiese ninguna
esperanza de salir. Si hay orcos allí, lo pasaremos mal, es cierto. Pero la mayoría
de los orcos de las Montañas Nubladas fueron diseminados o destruidos en la
Batalla de los Cinco Ejércitos. Las águilas informan que los orcos están viniendo
otra vez desde lejos, pero hay esperanzas de que Moria esté todavía libre.
» Hasta es posible que haya enanos allí y que en alguna sala subterránea
construida en otro tiempo encontremos a Balin hijo de Fundin. De cualquier
modo, la necesidad nos dicta este camino.
—¡Iré contigo, Gandalf! —dijo Gimli—. Iré contigo y exploraré las salas de
Durin, cualquiera sea el riesgo, si encuentras las puertas que están cerradas.