Page 68 - El Señor de los Anillos
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propósitos del hacedor del Anillo: no puedo explicarlo más claramente sino
diciendo que Bilbo estaba destinado a encontrar el Anillo, y no por voluntad del
hacedor. En tal caso, tú también estarías destinado a tenerlo. Quizá la idea te
ayude un poco.
—No —dijo Frodo—, aunque no estoy seguro de entenderte. Pero ¿cómo has
sabido todo esto sobre el Anillo y sobre Gollum? ¿Lo sabes realmente o te lo
imaginas?
Gandalf miró a Frodo, y le brillaron los ojos.
—Sabía mucho y he aprendido más, pero no te daré cuenta a ti de todo lo que
hago. Los Sabios conocen bien la historia de Elendil, Isildur y el Anillo Único. Tu
Anillo ha demostrado ser el Único por la inscripción en letras de fuego, aparte de
toda otra evidencia.
—¿Cuándo lo descubriste? —interrumpió Frodo.
—Justo ahora, en esta habitación —respondió el mago con brusquedad—.
Esperaba descubrirlo. He vuelto de viajes tenebrosos y largas búsquedas para
hacer esta prueba final. Es la última y ahora todo está demasiado claro.
Descifrar la parte de Gollum y meterla en la historia me exigió cierto esfuerzo.
Puede, en un principio, haber comenzado con suposiciones sobre Gollum, pero
ya no supongo más. Lo sé, pues lo he visto.
—¿Has visto a Gollum? —exclamó Frodo asombrado.
—Sí. No había otra cosa que hacer, evidentemente, y sólo faltaba saber si era
posible. Lo busqué mucho y al fin lo encontré.
—Entonces ¿qué ocurrió después de la huida de Bilbo? ¿Lo sabes?
—No tan claramente. Lo que te he contado es lo que conseguí sacarle a
Gollum, aunque no fueron las mismas palabras. Gollum es un mentiroso y hay
que desbrozar lo que dice. Por ejemplo, llamó al Anillo « regalo de
cumpleaños» , una y otra vez. Dijo que se lo había dado su abuela, quien tenía
montones de cosas hermosas parecidas: una historia absurda. No dudo de que la
abuela de Sméagol fuese una matriarca, una gran persona, a su manera; pero es
disparatado decir que tenía muchos Anillos de los elfos, y que los regalaba a los
parientes. Sin embargo, en esta mentira había un grano de verdad.
» El asesinato de Déagol obsesionaba a Gollum, por lo que inventó una
defensa y se la contaba a su "tesoro" una y otra vez, mientras roía huesos en la
oscuridad, hasta que casi llegó a creerla. Era su cumpleaños; Déagol tenía que
darle el Anillo; había aparecido para ser un regalo; era su regalo de cumpleaños,
etcétera.
» Lo soporté tanto como pude, pero la verdad era desesperadamente
importante y por fin tuve que mostrarme duro. Puse en él el miedo del fuego y le
saqué la verdadera historia, poco a poco, muy a disgusto y entre lloriqueos y
rezongos. Gollum se veía a sí mismo como una víctima incomprendida. Pero
cuando por último me contó su historia, incluyendo el juego de los enigmas y la