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especie de maithusianismo que sólo ve la inmensa capacidad transformado-
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ra del trabajo social y un cierto despilfarro en su uso, constata los ímites
físicos del planeta y con un contraste mecánico saca como conclusión la
necesidad del estancamiento social del hombre. Hay dos respuestas a esta
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posición. Una es que el universo es infinito, por tanto los ímites físicos
del planeta son sólo una dificultad a superar, un acicate para un mayor
progreso hacia la conquista de un espacio más amplio que el actual. Así ha
sido la expansión del hombre por toda la superficie del planeta, y así será
en un futuro la expansión del hombre por el universo. E n los rígenes de
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la civilización el hombre se fue apropiando del espacio próximo a las cuen-
cas de algunos íos, desarrolló la agricultura, las herramientas, las formas
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sociales hasta que llegó a apropiarse de casi toda la superficie del planeta.
Por eso, viendo la historia de la humanidad en los últimos 2000 o 3000
años vemos que la expansión geográfica es parte del desarrollo social del
hombre.
Esta expansión geográfica está limitada por las posibilidades técnicas,
por ello con el desarrollo écnico el hombre se va apropiando de diferentes
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recursos, va renovando las posibilidades de utilización de los recursos ma-
teriales, aprovechándolos en el sentido de economizarlos cada vez más, y
junto a este proceso va extendiendo sus dominios a nuevos sectores de la
naturaleza. L a segunda respuesta entonces se puede enfocar desde este
punto de vista, el universo no sólo se extiende espacialmente sino a través
de la multiplicidad de formas en que existe la materia, factible de ser
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transformada y consumida por la sociedad. Así, los ímites físicos del uni-
verso, no estarían dados por la finitud de la materia en el universo, cosa
que es un absurdo, sino por los ímites que tiene la capacidad social del
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trabajo, o sea lo limitado del desarrollo écnico, del desarrollo social de la
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productividad del trabajo. A q u í llegamos a esta contradicción. Por un la-
do la sociedad con su inmensa capacidad transformadora ha llegado a un
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punto en que de seguir así la roducción va a crear más problemas que so-
luciones, y a la vez esa capacidad descontrolada de producción, fuente de
esta crisis histórica del desarrollo social de la humanidad, es limitada para
encontrar alternativas. Frente a esta contradicción el crecimiento cero es
una propuesta que sólo busca mantener estacionario en los niveles actua-
les el grado de agudeza de esta contradicción, pero sin resolverla.
Entonces este problema no debe enfocarse como un problema de ago-
tamiento de los escasos recursos naturales, sino de la forma social en que
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hoy se está dando la propiación, ransformación y distribución de esos re-
cursos naturales.
E n la naturaleza todas las especies, incluido el hombre tienen una ac-
ción depredadora y ransformadoía de las condiciones de su existencia. o-
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da especie corre el riesgo en determinadas condiciones, de socavar sus pro-
pias bases de existencia, muchas especies han desaparecido en determina-
das regiones en las que vivían por alterarse su ecosistema. E l hombre como
especie puede llegara esos ímites, en los que cambia su relación con el me-
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dio o se extingue. Aunque en lo personal creo que se dista mucho, al día de
hoy, de haber llegado a ese ímite, y demás no creo que se llegue algún día;
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