Page 358 - Revista Educativa
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“EL OSO HORMIGUERO”
La leyenda
“EL OSO HORMIGUERO”
Hace muchos años vivía un hombre muy anciano, tan anciano que ya no recordaba los nombres de
las estrellas, ni los hechos de su infancia. No tenía familia y dedicaba todo el día a ayudar a la gente
de su pueblo, hacia vasijas, recogía plantas para curar a la gente y pedía por la lluvia cuando había
sequía.
El hombre era muy anciano que cada día le costaba más esfuerzo ir y venir del río, pero cansado
como estaba quería seguir cuidando a la gente del pueblo.
Un día vio que las hormigas eran una amenaza para los chicos, asique decidió quedarse sentado
cerca de la orilla desarmando los hormigueros que encontraba, estaba tan concentrado en su tarea
que no se dio cuenta que estaba oscureciendo.
Cuando quiso volver a su casa ya era de noche, no encontraba el camino y se dio cuenta que se
había perdido. Por primera vez en su vida sentía que ya no le quedaban fuerzas para ayudar a la
gente de su tribu. Asustado y confundido llego a pensar que si no regresaba nadie notaría su
ausencia.
Los poderosos dioses del bosque sintieron pena por el anciano y decidieron darle una nueva vida,
entonces hicieron que el anciano entrara en un sueño profundo donde soñaba que tenía fuerza como
cuando era joven.
Cuando despertó, algo mágico había pasado, ya no era un anciano, muy anciano, sino un grande y
fuerte yurumí. El bastón del anciano se transformó en su hocico y su ropa en una hermosa cola.
El anciano se dio cuenta que ahora con su lengua larga ninguna hormiga podía escaparse y que con
sus garras podía desarmar hormigueros; podía seguir siendo útil para su gente, tenía mucho trabajo
por delante. Se quedó en el bosque cuidando que las hormigas no llegaran al pueblo.
Los wichis extrañaban al anciano, luego de varios días sin verlo, creyeron que se había perdido en el
bosque. El anciano también extrañaba a sus amigos y volvió al pueblo creyendo que lo iban a recibir
como a un héroe por haber espantado a tantas hormigas. Pero cuando llego todos vieron a un terrible
oso hormiguero y nadie lo reconoció. Pronto vieron que el oso hormiguero no quería lastimarlos, sino
que quería ayudar.
El anciano se dio cuenta que a pesar de que había cambiado se forma podía seguir ayudando a la
gente, pero desde lejos y se volvió al bosque para seguir comiendo hormigas para que no lastimen a
los chicos.
Desde ese día el oso hormiguero nunca detuvo su misión de ayudar a la gente.
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