Page 118 - Casados o Cansados
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volcánica y con nuestras palabras le aplicamos la suficiente presión que
al explotar destruirá la paz en el hogar.
A veces ocurre que entre la pareja se realiza un diálogo sobre
cualquier tema y cada uno transmite su idea, casi llegaron a un
entendimiento entre ambos pero como ya es tarde y cada uno debe irse
al trabajo, acuerdan que en la noche continuarán con el tema para
encontrar una solución. Durante el día uno de los dos, digamos la
mujer, consulta con su madre respeto a ese tema y su madre le transmite
una idea distinta o le insinúa que no debe aceptar la opinión del esposo
sino mantenerse en sus principios. Durante la noche cuando la pareja
vuelve a tocar el tema, él se da cuenta que hay un cambio en la forma
en que ella analiza el mismo asunto y rápidamente él entiende que es la
suegra quien habla a través de la garganta de su esposa. De manera
semejante puede ocurrir por parte del esposo. Eso duele mucho y
enfurece a cualquiera ya que queremos nuestra privacidad y llegar a
hacer lo que a nosotros dos nos parece correcto y no complicar nuestras
decisiones con ideas externas, porque si vamos a escuchar a uno de la
familia, deberemos escuchar a todos los familiares que nos rodean y eso
será un cuento de nunca acabar. A menos que la pareja misma solicite
la opinión de sus familiares más allegados.
“Cuentan que una vez se sentó una pareja de caníbales a cenar y dijo
el esposo: ¡que dura está tu mamá! ...”
Existe otro tipo de problema con los suegros que en verdad no es
tan frecuente y común, pero que a veces ocurre y vale la pena
mencionarlo.
A veces, los padres de uno de los cónyuges no tienen buena
situación económica, en cambio, los padres del otro, que gracias a Dios
tienen y les sobra, les compran una bonita vivienda amueblada
lujosamente, lo cual genera la sensación de que ellos son los dueños de
esa casa y por tanto tienen voz y voto en las decisiones, incluso
personales, de los hijos dando la impresión a la pareja de que ellos son
unos invitados en su propia casa ya que no contribuyeron con nada.
(Vuelvo y repito: en el 90% de los casos el resultado es distinto, pero