Page 96 - Casados o Cansados
P. 96
En la Torá está escrito "bayiven Hashem et a sela" “(y desarrolló
D-os la costilla haciendo a la mujer). Nuestros sabios subrayaron la
palabra bayiven señalando que proviene de la palabra “bina”,
enseñándonos que la mujer tiene la bina superior a la del hombre, y
respecto al versículo "vayeda Adám et haishto" subrayaron nuestros
sabios la palabra vayeda, que proviene de “daat” enseñándonos que el
hombre tiene más desarrollada esa cualidad. Por eso la mujer tiene el
don de analizar muy bien las cosas y gracias a su bina, observa detalles
relevantes que el hombre pasa por alto. De manera que es importante
escucharla atentamente tomando muy en cuenta su punto de vista que
puede ser realmente valioso a la hora de evaluar una situación o tomar
una decisión.
Nos relata la Guemará que una vez se tomó la decisión de
excluir a Rab.Gamliel, de su puesto de presidente del Tribunal, fueron a
Rab. Aazar ben Azaria, que apenas tenia dieciocho años y estaba recién
casado, a ofrecerle el cargo de presidente del tribunal rabínico de Israel
ya que era considerado muy competente y lleno de sabiduría. Al
escuchar la oferta les dijo que debía consultar con su esposa antes de
darles una respuesta. Ella le aconsejó que no lo aceptara ya que lo más
probable es que en poco tiempo se solucionara el problema con el gran
Rabino Gamliel y le pedirían nuevamente que retome su cargo lo que le
causaría una gran desilusión ya que habría probado el sabor del poder.
Pero Rab. Aazar ben Azaria hizo caso omiso del consejo de su esposa
y, al final, relata la Guemará que ocurrió tal cual ella lo predijo.
Así como la mujer es muy buena en la “bina” es débil en el
“daat”, en la parte de ejecutar, actuar, en ese aspecto el hombre tiene la
virtud de llevar a cabo las decisiones con coraje. Por ejemplo es muy
común ver a la mujer dando vueltas por la cocina pensando qué
cocinará, pescado o pollo, carne con arroz o con papas y cuando ya
decidió que será pescado, vuelve a pensar, en el horno o cocho, rojo o
amarillo. Sin embargo, el hombre no es así, se complica menos y todo
lo decide en un momento, si ella le pregunta él le contestará al instante:
pollo con papas al horno. Por lo tanto si logramos unirlos y que cada
uno aporte su propia virtud tendremos un hogar completo: ambos
opinando (jojma), la mujer desarrollando (bina), y el marido ejecutando
(daat).