Page 93 - Casados o Cansados
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para  ser  nosotros  quienes  les  causemos  satisfacción,    creando  una
                        atmósfera placentera para ambos.



                        EL HABLAR Y EL ESCUCHAR


                                "Antes de la boda él habla y ella escucha, después de la boda
                        ella  habla  y  él  escucha,  hoy  en  día  ellos  hablan  y  los  vecinos  los
                        escuchan".

                                Nuestros sabios dicen que el hombre fue creado de la tierra, por
                        lo tanto,  si tomamos un recipiente hermético y lo llenamos de tierra, al
                        agitarlo no sonará; así es el hombre, normalmente no "suena", no habla
                        mucho. Pero la mujer fue creada del hueso de la costilla,  si metemos
                        huesos en un recipiente al agitarlo sonará, por eso las mujeres no paran
                        de hablar.

                        (Preguntaron  a  un  señor    ¿cómo  puede  ser  que  lleves  casado  cinco
                        años y todavía no has hablado  con tu esposa?,a lo que  contestó: es
                        que no logro interrumpirla).

                                El hombre se cansa de  hablar y la mujer disfruta al hablar, Dios
                        Bendito  la  hizo  a  propósito,    de  esa  forma  ya  que  ella  tiene  como
                        objetivo corregir a su esposo y educar a sus hijos y ese trabajo requiere
                        de "un don de palabras" ya que  necesita transmitir, explicar y repetir,
                        por eso Dios le dio esa naturaleza a la mujer para que pueda cumplir
                        con su misión.

                                El  hombre  cuando  llega  a  casa  después  de  un  día  muy
                        complicado en el trabajo, (rebotaron cheques,  el empleado renunció, el
                        caucho se pinchó) su esposa le pregunta cómo fue el día, él lo resumirá
                        en una sola palabra, "bien" y si es religioso hablará el doble, "bien baruj
                        hashem",  y si el día fue extremadamente  malo, lo resumirá  diciendo,
                        "como el café, negro y amargo".

                                Esta actitud duele mucho a la esposa que espera que él llegue y se
                        siente  a  dialogar  con  ella,  contándole  tanto  las  cosas  alegres  como
                        también las difíciles. Muchas veces las mujeres comprenden y toleran
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