Page 99 - Casados o Cansados
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El hombre fue creado de la tierra por lo tanto, es callado y no "suena"

                        como ella, es olvidadizo, objetivo, concreto y realista.

                                Ninguno de los dos merece alcanzar la perfección por sí solo y
                        ninguna de las cualidades que los caracterizan es la ideal, solamente a
                        través de la unión entre ambos, cuando él trae la alef, ella la tav y juntos
                        buscan  la  mem,  van  a  conseguir  el  emet,  ahí  está  la  perfección,  el
                        maravilloso equilibrio.

                                Por eso decimos en el rezo, “titen emet le Yaacob”, (la cualidad
                        del patriarca Yaacob es el emet) ya que Abraham era extremista en la
                        bondad,  Itzhak  era  extremista  en  la  severidad,  Yaacob  alcanzó  la
                        combinación de ambas que es catalogada como tiferet y por eso, se le
                        atribuye la cualidad del emet que simboliza el justo medio.

                                Si en el matrimonio pensamos cambiar a nuestra pareja para que
                        sea  como  nosotros  deseamos,  transcurrirá  toda  una  vida  y  nada
                        cambiará,  pero  si  sabemos  de  antemano  que  no  vinimos    a  reparar  a
                        nuestro compañero sino a repararnos nosotros mismos a través de él, y
                        de igual forma piensa nuestra  pareja, lograremos crear una convivencia
                        sólida a través de  la cual se afianzará nuestra unión.

                                Ese es el secreto del versículo que dice "vehayu le bazar ejad"
                        (“y serán una sola carne”) y la pregunta es: ¿cómo dos individuos tan
                        distintos  pueden  llegar  a  ser  uno  solo  si  aparentemente  son  tan
                        desiguales?  La  respuesta  la  conseguiremos  si  observamos  la  primera
                        vez que aparece en la Torá la palabra "ejad" (uno) "bayehi erev bayehi
                        boker  yom  ejad"  (“y  fue  noche  y  fue  día,  día  uno”)  también  aquí
                        podríamos repetir la misma pregunta: ¿cómo podemos llamar al día y a
                        la noche un solo día siendo tan distintos uno del otro? ya que en el día
                        tenemos sol, calor, claridad  y de noche oscuridad frío, etc. La respuesta
                        es que el día tiene sus características y la noche tiene las suyas, cuando
                        se  unen  ambos  con  el  solo  propósito  de  cumplir  con  el  ciclo  de  la
                        naturaleza logran desarrollarse las plantas y los seres vivos. Así es la
                        vida familiar , el hombre y la mujer son como el día y la noche, por una
                        parte  son  muy  disímiles  pero  cuando  ambos  se  unen  para  cada  uno
                        aportar sus dones al hogar, a través del calor de la madre y la firmeza
                        del padre, las preocupaciones de la madre y el liderazgo del padre, la
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