Page 17 - Conscientes y atentos
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Angustiados por nuestra infelicidad o nuestro estrés,
                 insatisfechos por la enorme brecha que experimentamos
                 entre cómo nos sentimos y cómo nos gustaría sentirnos o
                 cómo pensamos que deberíamos sentirnos, volvemos
                 nuestra mirada destructivamente hacia adentro, rumian-
                 do planes para cerrar esta brecha.
                  Muestra gratuita
                   A buen seguro en las manos de Dios, podemos aban-
                 donar nuestros pensamientos y preocupaciones, no dán-
                 doles más valor que la requerida para observarlos objeti-
                 vamente. Así tendremos tiempo y espacio para reflexionar
                 sobre las tareas que se nos ofrecen en cada momento y
                 para encontrar fuerzas para llevarlas a cabo para la gloria
                 de Dios, poniendo en primer lugar la búsqueda de su reino
                 en nuestras vidas.



                 z EJERCICIO  j

                  •  Si puedes, compra lirios, rosas, gardenias, nardos u otras
                    flores que desprendan mucho perfume.  También puedes
                    localizar flores silvestres que crezcan en los setos o parques
                    como madreselvas, lilas o lavanda. Si no dispones de estas
                    opciones, las puedes sustituir por jabones con aroma a flo-
                    res o por velas perfumadas.
                  •  Coloca las flores en un lugar donde puedas percibir su olor
                    y realiza un escaneo corporal o una respiración de tres mi-
                    nutos, dependiendo del tiempo que tengas.
                  •  Durante tu reflexión, tómate un tiempo para concentrarte
                    en los aromas que llenan tu nariz, respirando profunda-
                    mente, consciente de la más mínima sensación de olor.
                  •  Termina tu meditación inspirando las palabras de Jesús:
                    “busca ante todo el reino y su justicia” o “no te preocupes
                    del mañana, que el mañana se ocupará de sí”.
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