Page 14 - Conscientes y atentos
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ta mil a casi un millón durante la festividad, y todas esas
personas estaban obligadas a visitar el templo durante su
estancia en la ciudad. Desde luego, no entraban en el san-
tuario interior, que estaba reservado a los sacerdotes, pero
estaban en los espacios exteriores. Allí podían comprar
animales para el sacrificio ritual –cabras o palomas– y
cambiar el dinero en plata de Tiro para pagar el impuesto
gratuita
del templo. Allí también se llevaba a cabo el sacrificio ritual
de los animales; con tantos miles de peregrinos, el lugar se
convertía en un matadero, con el ruido de los animales
asustados, y el nauseabundo olor a sangre y suciedad im-
pregnando todo, creando un ambiente irrespirable.
Por lo tanto, no es sorprendente que Jesús perdiera los
estribos y expulsara a todos. Lo que establecía original-
mente la Torá como una ayuda para la oración, una for-
ma de reafirmar el pacto entre Dios y su pueblo, había
degenerado en una barrera entre el pueblo y Dios, una
barrera de ruido y olor, confusión y altercados.
Muestra
A nuestros hábitos también les puede pasar lo mismo:
las preferencias, las rutinas y los rituales que originalmen-
te eran útiles y productivos pueden dejar de serlo a lo lar-
go de los años, a medida que las circunstancias y las per-
sonalidades cambian y se transforman.
Debemos ser conscientes de las acciones que realiza-
mos, para que sean beneficiosas para nuestra situación, en
lugar de perjudiciales. Deben promover el crecimiento y la
integridad en lugar de perpetuar inseguridad y ansiedad.
z EJERCICIO j
• Hoy, intenta cambiar algo que hagas regularmente. Puede
ser algo pequeño, como sustituir la silla en la que normal-
mente te sientas por otra, o algo más exigente, como alte-
rar la ruta de un viaje que realizas regularmente, o la pau-
ta de conducta que sigues por las mañanas o las tardes.
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