Page 10 - Conscientes y atentos
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El sacramento del momento presente es la puerta de
entrada a lo eterno y universal; el reconocimiento de
nuestro ser físico nos lleva a apreciarnos a nosotros mis-
mos como personas encarnadas, cuyas vidas han sido
transformadas por la Palabra hecha carne. Cuando nues-
tras mentes se conectan con nuestro entorno, podemos
Muestra gratuita
hacer que toda la creación sea parte de nuestra oración;
comprenderemos que a Dios se le puede encontrar en
cada detalle del paisaje y que en cada criatura se puede
rastrear su excepcional rúbrica de amor.
Cuando consigamos apreciar cada momento y cada
objeto por lo que es, dejaremos de agobiarnos por nues-
tros juicios sobre las cosas. El disfrute de todo, en todo mo-
mento, nos liberará de la preocupación por tener, ganar,
lograr, poseer. La oración consciente o mindful nos libera
para poder reflexionar sobre el momento presente, sin pre-
ocupación por poseerlo o validarlo, sino simplemente para
experimentarlo, libre de las cadenas de pensamientos que
habitualmente rodea a las acciones más comunes.
“Ahora somos hijos de Dios” (1Jn 3,2), y es en ese
“ahora”, y solo en el ahora, cuando podemos servir ver-
daderamente a Dios porque es en ese momento cuando
él viene a nuestro encuentro.
Liberados del pasado y de sus preocupaciones, pode-
mos perdonarlo y permitirnos ser perdonados. Abiertos a
acontecimientos futuros, podemos terminar con nuestros
intentos desesperados de protegernos del pasado buscan-
do posesiones, éxitos personales o poder. Tal vez no po-
damos evitar la tormenta, pero ya no estaremos amena-
zados por ella, porque afrentamos la realidad con la
fortaleza que nos ha dado Dios. El “signo de Jonás” (cf.
Lc 11,29) es quizás el conocimiento, fruto de la acepta-
ción del sufrimiento con una mente tranquila, sin miedo y
con una intención clara.
Renunciando voluntariamente a estar a la defensiva,
nos unimos a Cristo al pie de la cruz, preparados para
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