Page 11 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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ESTUDIO  PRELIMINAR   XI

     de pruebas y vuelve a la relativa paz de su destierro. Va a
     comenzar el período más intenso de su actividad intelec-
     tual. Forzado a abstenerse de toda participación activa en
      la política, tuvo que dedicar todo su tiempo a la reflexión
     sobre ella.
        Pero lo que hace tan original el pensamiento de Maquia-
     velo es que en él se funden varios elementos en una unidad
     vital. Su cultura clásica, su experiencia diplomática, su agu-
      deza, su claridad de análisis, su interés por lo que pasaba
      a su alrededor, y también su fiebre visionaria de futuro y
      su vocación para la actividad pública: todo se amalgama en
      una meditación que es proyecto. Como ha sabido ver Cha-
      bod en su hermoso libro sobre Maquiavelo, en este autor
     «mundo lógico e imaginativo y pasional, seguridad de coor-
      dinación y de comprensión, vigor de síntesis unificadora y
      voluntad de acción práctica se compenetran en una organi-
      cidad tal de la que no se puede separar el más mínimo ele-
      mento sin que se haga trizas en las manoss  2•
        Esto, y no sus ideas, es lo que hace verdaderamente peli-
      groso a Maquiavelo; ésa fue la razón del temor y la repulsa
      que causaron sus páginas. El las ofrece como un arma agudí-
      sima, forjada con su sangre, con su ser entero, pulida y per-
      fecta: un brillo que, como las dagas mágicas de los cuentos,
      parece buscar por sí solo la herida destinada.
        Ardiente e irónico a la vez, siempre quiso modelar el fu-
      turo. Buscó hacerlo en la práctica política, y también probó
      el otro camino, menos directo y rápido, pero que podía lle-
      var a frutos más duraderos. Intentó dirigir a los otros, a quie-
      nes sí estaban en condiciones de actuar, manejando los hilos
      a través de libros hermosos y provocativos, llenos de sue-
      ños, que son como una carga de profundidad  estallando de
      futuro.
        En su ocio, empezó a escribir los Discursos sobre la pri-
      mera Década_ de Tito Livio, y leía y comentaba las páginas
     recién acabadas en un pequeño grupo de correligionarios re-
     publicanos, que se reunía para charlar y conspirar en los jar-



       2  F. Chabod, Escritos sobre Maquiavelo,  F.C.E., México, 1984, p. 32.
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