Page 205 - Libros de Caballerías 1879
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CAPITULO PRIMERO
LA FLORESTA ENCANTADA
Saliendo un día don Duardos, príncipe de Ingla-
terra, a monte a la floresta del Desierto, llevando
consigo a Flérida, su joven esposa, hija del empe-
rador de Grecia Palmerín, maridó asentar sus tien-
das en un verde prado, junto de una ribera que por
allí corría, que con sus corrientes y claras aguas
consolaba los corazones tristes.
No pasó mucho tiempo después que allí llegaron,
que hacia la parte do la floresta se hacía mayor,
comenzó a sonar la vocería de los monteros, e yen-
do don Duardos hacia aquella parte, vio un puer-
co grande, que, acosado de los perros, trasponía por
un recuesto; mas él, fiándose en la ligereza de su
caballo, le siguió de manera que en pequeño trecho
le alcanzó de vista y los suyos le perdieron a él.
Los que seguían a don Duardos fueron por el ras-
tro en cuanto la claridad del día les duró; mas
como les fué faltando, la escuridad les hizo desati-
nar de manera que perdieron el rastro.
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