Page 44 - Libros de Caballerías 1879
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                     AMADÍS DE GAULA


         creía que éste había nacido muerto y  que  el anillo,
         por falta de cuidado, era perdido.
           Otro hijo de aquel real matrimonio, Gaiaor, aún
         muy mancebo, había también desaparecido y, sin que
         sus padres supieran de  él, se criaba en  tierra ex-
         traña, en  el ejercicio de toda suerte de armas.
           Días después de su victoria, pasando el Doncel del
         Mar por una sala, vio a Melicia, hija del Rey, niña,
         que  estaba  llorando,  y  preguntóla qué había. La
         niña dijo:
           —Señor, perdí un anillo que  el Rey me dio a
         guardar en tanto que él duerme.
           —Pues yo os daré —dijo él— otro tan bueno o
         mejor, que le deis.
           Entonces sacó de su dedo un anillo e dióselo. Ella
         dijo:
           —Este es el que yo perdí.
           —No es —dijo   él.
           —Pues es el anillo del mundo que más le parece
         —dijo la niña.
           —Por esto está mejor —dijo el Doncel del Mar—
         que en lugar del otro  le daréis.
           Y dejándola, se fué a su cámara, e acostóse en un
         lecho.

           El Rey despertó y demandó a su hija que le diese
         el anillo,  y ella le dio aquel que tenía ; él lo metió en
         su dedo, creyendo que el suyo fuese; mas vio yacer
         a un cabo de la cámara el otro que su hija perdió, e
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