Page 57 - Libros de Caballerías 1879
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EL MANTO Y LA CORONA
cando los hinojos ante él, con el arqueta en sus ma-
nos, dijóle:
—Dios os salve, Señor, asi como al principe del
mundo que mejor promesa ha fecho, si la tenedes.
El Rey dijo:
—Y ¿qué promesa es esta, o por qué me lo
decís?
—A mí dijeron —dijo el caballero— que quería-
des mantener caballería en la mayor alteza e honra
que ser pudiese. E porque oí decir que queríades
tener cortes en Londres de muchos hombres buenos,
tráigovos aquí lo que para tal hombre como vos
a tal fiesta conviene.
Entonces, abriendo el arqueta, sacó de ella una
corona de oro tan bien obrada e con tantas piedras
e aljófar, que fueron muy maravillados todos en la
ver. El Rey la cataba mucho, con sabor de la haber
para sí, y el caballero le dijo:
tal, que ninguno
— 'Creed, señor, que esta obra es
de cuantos hoy saben labrar de oro e poner piedras
no la sabrían mirar.
—iSi me Dios ayude —dijo el Rey—, yo lo tengo
así.
—Pues comoquiera —dijo el caballero— que su
obra e hermosura sea tan extraña, otra cosa en sí
tiene que mucho más es de preciar; y esto es que
siempre el Rey que en su cabeza la pusiere será man-
tenido e acrecentado en su honra, e si vos, señor,
la quisierdes haber, dárvosla he por cosa que será
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