Page 58 - Libros de Caballerías 1879
P. 58
AMADÍS DE GAULA
reparo de mi cabeza, que la tengo en aventura de
perder.
La Reina, que delante estaba, dijo:
—Cierto, señor, mucho vos conviene tal joya como
esa, e dad por ella todo lo que el caballero pidiere.
—E vos, señora —dijo— , comprarme hedes un
muy hermoso manto que aquí traigo.
—Sí —dijo ella— , muy de grado.
Luego sacó de la arqueta un manto el más rico e
mejor obrado que se nunca vio, que demás de las
piedras e aljófar de gran valor que en él había, eran
en él figuradas todas las aves e animalias del mundo,
tan sotilmente, que por maravilla lo miraban.
La Reina dijo:
—Si Dios me vala, amigo, parece que este paño
no fué por otra mano fecho sino por la de aquel Se-
ñor que todo lo puede.
—Cierto, señora —dijo el caballero— ; bien podéis
creer sin falla que por mano e consejo del hombre
fué este paño hecho; e aun más vos digo, que con-
viene este manto más a mujer casada que a soltera;
que tiene tal virtud, que el día que lo cobijare no
puede haber entre ella e su marido ninguna congoja.
si ello es verdad, no
—Cierto —dijo la Reina— ,
puede ser comprado por precio ninguno.
—Desto no podéis ver la verdad si el manto no
hobierdes —dijo el caballero.
E la Reina, que mucho al Rey amaba, hobo sa-
bor de haber el manto, e dijo: