Page 63 - Libros de Caballerías 1879
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LAS CORTES DE LONDRES


     ninguna adversidad  le podía empecer. E hablando
     con el Rey, le dijo:
       —Rey, yo   oí decir que hacíades  estas grandes
     cortes, e vengo ahí por vos hacer honra; que yo no
     tengo tierra de vos, sino de Dios, que a mis ante-
     cesores e a mí libremente dio.
       —Amigo —dijo    el Rey— , yo  os  lo agradezco
                                         '
     mucho.                                    1 F
       Otro  día de mañana  vistió  el Rey  sus  paños
     reales,  cuales para  tal  día  le  convenían,  e man-
     dó que  le trajesen  la corona que  el  caballero  le
     dejara,  y  que dijesen a la Reina que se vistiese el
     manto. La Reina abrió el arqueta, en que todo es-
     taba, con la llave que ella siempre en su poder tovo,
     e no halló ninguna cosa dello, de que muy mara-
     villada  fué,  e comenzóse de  santiguar y  enviólo
     decir  al Rey;  e cuando  lo  supo, mucho  le pesó,
     pero no lo mostró así ni lo dio a entender; e fuese
     para la Reina, e sacándola aparte, dijóle:
       —Dueña, ¿cómo guardastes tan mal cosa que tan-
     to a tal tiempo nos convenía?
       —Señor —dijo   ella— no  sé qué diga en  ello,
     sino que  el arqueta hallé cerrada;  e yo he tenido
     la  llave,  sin que de persona  la haya  fiado; pero
     dígovos tanto, que esta noche me pareció que vino
     a mí una   doncella,  e  dijome que  le mostrase  el
     arqueta, e yo en sueños gela mostraba, y demandá-
     bame la  llave, e dábagela, y  ella abría  el arqueta
     e sacaba della el manto e la corona, e tornando a ce-
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